Brian Gallo, el joven de 22 años agredido que vive con su esposa con quien tiene un niño de 4 años, trabaja en una cooperativa de saneamiento de arroyos y ayuda como voluntario en un club de fútbol para chicos carenciados en la capital.
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El día de las elecciones, Brian fue presidente de mesa en la localidad de Moreno, en la periferia noroeste. Una foto suya junto a la urna se volvió viral con comentarios despectivos por su vestimenta deportiva y por llevar la gorra con la visera para atrás.
'Si votás en Moreno no lleves cosas de valor', 'votá y dejame el celular', 'votá porque te robo', fueron algunas de las expresiones ofensivas, dando a entender que por su vestimenta era un delincuente.
Salieron en su defensa su madre y otros familiares y también la intentendenta electa de Moreno, Mariel Fernández, del Frente de Todos, la alianza peronista de centroizquierda que ganó la presidencial.
'Señores gracias a Dios mi hijo jamás fue chorro (ladrón) y siempre fue muy humilde y todavía lo sigue siendo. La vestimenta no hace a las personas, por eso está como está el mundo por esta clase de gente', escribió su madre en Facebook.
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El presidente electo se hizo eco del caso: 'El país que viene va a dejar atrás los prejuicios y la discriminación. Todos somos Brian', tuiteó.
Brian llegó junto a su madre y su hijo al local partidario en el barrio de San Telmo, adonde fue recibido por Alberto Fernández, quien se fotografió junto a él, le quitó la gorra y se la puso con la visera para atrás.
'Me siento muy orgulloso (de ser recibido), muy bien que te hable el futuro presidente y te diga que te va a ayudar y está con vos', declaró Brian, con su niño en brazos, a la salida de la reunión.