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'La Cleopatra” narco: decapitaba y se bañaba con la sangre de sus víctimas

Fue con el paso del tiempo se familiarizó con la violencia a tal grado de sentir excitación y afición con la sangre

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27.09.2019

MÉXICO.-Joven mexicana considerada 'La Cleopatra' del narcotráfico, aceptó a un médio británico que sentía un placer especial por decapitar a sus víctimas para luego bañarse con su sangre y hasta darse placer sexual con los cadáveres.

La joven identificada solo con el nombre de Juana relató al Daily Mail cómo escaló en el narcotráfico y otras organizaciones delictivas.

Historia de vida

Juana, originara de Hidalgo, México se convirtió en madre a los 15 años, sin salida y ningún apoyo económico la adolescente buscó sostener a su hijo a través de la prostitución, oficio con el que conoció a personas involucrada con el narcotráfico.

Siendo aún adolecente consiguió tener un lugar en el cartel de 'Los Zetas' donde era conocida como 'La peque'.

Comenzó en 'Los Zetas' como informante, posición que no se le complicó ya que fue muy astuta y conseguir información a través de la prostitución.

Años más tarde, Juana escaló y consiguió el puesto de espía y finalmente se convirtió en sicaria a su corta edad.

Como a todo adolescente, a 'La peque' le gustaba posar para las redes sociales, donde continuamente subía imágenes en las que sobresalía su cabello rojo y armas de grueso calibre.

Cuando cumplió 20 años, a 'La Peque' le gustaba subir imágenes a redes sociales (Foto: captura Infobae)

Una de las fotografías publicadas por Juana en sus redes sociales.


Su angelical e inocente rostro se convirtió en una arma poderosa con la que Juana utilizaba como distractor para sus rivales.

A los 20 años 'La Creopatra' del narco era considerada una de las mujeres más peligrosas de México, no por la cantidad de personas a las que asesinó sino por la crueldad y el método despiadado que alentaba su sed de sangre.

Tras ser detenida en el año 2016, a los 28 años de edad, Juana confesó que había matado a cinco hombres a los que decapitó y desmembró para posteriormente tener relaciones sexuales con los cuerpos de las víctimas para después bañarse con la sangre, la que después bebía aún estando caliente.

Fría y calculadora

En la actualidad la joven guarda prisión en una cárcel de Baja California donde testificó 'que al principio su trabajo consistía en vigilar las carreteras durante alrededor de ocho horas diarias, en las cuales tenía que reportar si pasaban patrullas. Si hacía mal su trabajo, la amarraban y solo le daban de comer un taco al día'.

Por su parte, el diario británico Daily Mail afirmó en una publicación que Juana relató con lujo de detalles todas y cada una de sus ejecuciones en las que ella estuvo presente en sus inicios con el antes mencionado cartel.

En uno de los eventos la joven afirmó que “Le rompieron la cabeza a un hombre con un mazo”, evento que la hizo temer por su vida al imaginar que pudiera terminar de la misma manera.

Fue detenida en 2016 y desde entonces espera sentencia en una cárcel de Baja California (Foto: captura de pantalla Infobae).

Imagen cortesía.


Fue con el paso del tiempo se familiarizó con la violencia a tal grado de sentir excitación y afición con la sangre.

“Me sentía emocionada por ella, me frotaba con ella, me bañaba en ella después de matar a la víctima”, citó el diario.

Además, Juana confesó que al estar rodeada de tanto crimen y violencia no solo volvió insensible, sino que tomó gusto por beber y bañarse con la sangre de los cuerpos mutilados.

Declaró que comenzó a tener relaciones sexuales con los cadáveres decapitados, utilizando las cabezas y otras extremidades para su satisfacción.

Hasta ahora no se le ha sentenciado y, mientras tanto, continúa sus estudios en prisión.

La presencia de mujeres en el sicariato y en general en el mundo del narco se ha vuelto cada vez más frecuente. Incluso existen grupos de asesinas a sueldo integrados exclusivamente por mujeres, según afirman medios locales.

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