Washington, Estados Unidos
Estados Unidos despertó ayer sin su némesis de medio siglo, Fidel Castro, un adversario barbudo que durante cinco décadas fue rival indomable de la Casa Blanca, aunque vivió lo suficiente para ser testigo del histórico acercamiento entre los dos países.
La muerte del revolucionario Fidel Castro podría marcar un antes y un después en la profundización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, según manifestaron analistas.
Los expertos consideran que la influencia de Fidel ya se había disipado, tras retirarse de la presidencia en 2006 y aceptar el restablecimiento de la relación con Estados Unidos, congelada durante más de medio siglo.
Para Michael Shifter, presidente del grupo de análisis Diálogo Interamericano, de Washington, Fidel “fue una figura central del siglo XX, una de esas figuras más grandes que la propia vida y cuyo legado será discutido por años y años”.
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Dice que Fidel “aprobó la aproximación con Estados Unidos de forma cautelosa. No tenía mucho entusiasmo por la idea. Por eso, ahora podemos esperar menos resistencia dentro del gobierno cubano a esta apertura”.
Aproximación
En tanto, Peter Schechter, del Atlantic Council, de Washington, dijo que “es posible que con él en el gobierno esta reaproximación no habría ocurrido”.
Sin embargo, apuntó, Fidel “claramente dejó que su hermano lo haga. Estoy seguro que si él hubiese adoptado una oposición firme, lo habría impedido, el proceso no habría ido adelante”.
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Para los dos analistas, sin embargo, la influencia política de Fidel Castro se había disipado visiblemente en los últimos años.
En ese sentido, Schechter señaló que Fidel se había convertido en una especie de “dinosaurio irrelevante”, ya que América Latina se movió en otra dirección.
Para Shifter, el ejemplo más claro de esa tendencia puede ser hallado en la guerrilla denominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Este grupo, que nació hace medio siglo inspirado en Fidel, firma ahora un acuerdo de paz con el gobierno de Colombia después de negociaciones realizadas con el apoyo de Cuba.
Futuro
Para ciudadanos comunes y analistas resulta difícil hacer conjeturas sobre el futuro, ya que consideran que no van a mejorar las cosas porque se muera Fidel Castro, sino porque avancen las reformas.
Una de las apreciaciones que sí resaltan es que Raúl Castro podría tener un poco más de libertad para profundizar en el camino y que su gobierno se adapte un poco más al mundo.
El congresista estadounidense Jim McGovern exhortó al retiro de todas las restricciones entre Estados Unidos y Cuba tras la muerte del líder cubano Fidel Castro.
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McGovern dijo que la muerte de Castro representa el fin de una era para Cuba, Estados Unidos y el mundo. Agregó que ya es hora de que ambos países hallen terreno en el que compartan puntos de vista similares.
