El estudio, publicado en la revista Communications Earth and Environment, cruza datos históricos de emisiones con los compromisos tomados por los cinco mayores emisores del mundo (China, Estados Unidos, la Unión Europea, India y Rusia) antes de la conferencia mundial sobre el clima COP26.
El objetivo del estudio es realizar predicciones de calentamiento por región para el final de la década. El resultado muestra que el 92% de los 165 países encuestados experimentará uno de cada dos años extremadamente cálido.
Los años 'cálidos' se alcanzan cuando llegan a un nivel récord que se solía alcanzar una vez cada 100 años en la era preindustrial.
Esta conclusión 'subraya la urgencia y demuestra que nos dirigimos a un mundo mucho más cálido para todos', según Alexander Nauels, de la ONG Climate Analytics, coautor del estudio.
Para mostrar la contribución a este fenómeno de los principales emisores, los investigadores recrearon cómo sería la situación si se retiraban sus emisiones desde 1991, el año después de la publicación del primer informe de expertos climáticos de la ONU (IPCC).
Según este modelo, la proporción de países afectados por estos años de calor extremo descendería a 46%.
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Para Lea Beusch, de la universidad ETH de Zúrich, el estudio evidencia 'la huella clara' de los grandes emisores en las diferentes regiones.
'Pienso que es muy importante porque, en general, hablamos de cantidades abstractas de emisiones, o de temperaturas mundiales que conocemos, pero que no podemos sentir', explica a AFP.
La perturbación es particularmente neta en las zonas tropicales africanas donde 'las variaciones de un año a otro son generalmente bastante débiles', con lo que 'incluso el aumento moderado que experimentará, comparado con otras regiones, la hace salir verdaderamente de su esquema climático conocido', indica.
En valores absolutos, los aumentos más fuertes se darán en las latitudes altas del hemisferio Norte, como ya ocurre actualmente.
Las consecuencias podrían atenuarse con reducciones significativas de las emisiones de los países pero, según la ONU, los compromisos actuales llevarán a un aumento del 13,7% hasta 2030, lejos del -50% considerado necesario para alcanzar el objetivo ideal del acuerdo de París de 2015.