El ministro de Turismo de México , Enrique de la Madrid, propuso este jueves legalizar el consumo recreativo de la marihuana en Baja California Sur y Quintana Roo, dos de las principales zonas turísticas del país que enfrentan violencia.
'Es un absurdo que como país no demos ya ese paso (...). Me gustaría ver eso, que se pudiera hacer en Baja California Sur (noreste) y Quintana Roo (sureste), los dos destinos turísticos principales de México que no tienen por qué ser víctimas de violencia', dijo el funcionario a periodistas en Ciudad de México.
El ministro comparó la situación con el estado de California, en donde es legal el consumo recreativo de la sustancia pese a que a nivel federal, Estados Unidos mantiene la prohibición.
'A veces ya deberíamos empezar a hacer ciertos ejercicios diferenciados. Así lo han hecho en Estados Unidos', dijo.
Apenas en abril del año pasado, México aprobó el uso medicinal y científico de la marihuana. Sin embargo, es uno de los países más golpeados por el narcotráfico, con un récord de 25,339 asesinatos, en 2017, según cifras oficiales.
Aunque no se detalla cuántos de esos crímenes están ligados al crimen organizado, expertos aseguran que se trata de una importante mayoría, dado que se registran en estados con presencia de cárteles de las drogas como Guerrero (sur) y Veracruz (este).
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Sin embargo, la ola de violencia ya golpea a los importantes destinos turísticos mexicanos.
Baja California Sur, que cuenta con balnearios frecuentados por estadounidenses, canadienses y europeos, vive desde hace meses una creciente ola de violencia ligada al crimen organizado.
El poderoso cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación se disputan las rutas de narcotráfico a Estados Unidos, pero también las plazas de venta de droga para los turistas.
Apenas a inicios de enero, un enfrentamiento armado entre sicarios y elementos de la Marina dejó siete muertos en San José del Cabo.
En diciembre pasado, seis cadáveres fueron hallados colgando de tres puentes, un hecho inédito en este estado.
Además, a inicios de 2017, Cancún y otros destinos de la turística Riviera Maya en Quintana Roo, en el sureste del país, fueron sacudidos por la violencia criminal, inusual en la zona, con ataques armados que cobraron la vida de turistas extranjeros y nacionales.