BOGOTÁ, COLOMBIA.- Con más de 300 imágenes y videos de contenido sexual de niñas, el ‘Monstruo del Tequendama’ fue detenido por los delitos de acceso a material explicito, así como su presunta participación en abuso sexual de menores en Colombia.
Investigadores de la Oficina Central Nacional de INTERPOL de Colombia lograron dar con la ubicación este hombre, de 58 años de edad, quien era buscado en 196 países del mundo, y a la vez rescataron a tres menores secuestradas y abusadas por el ahora detenido.
Según los elementos materiales probatorios y evidencia física recopilados durante la investigación, el abusador habría subido a la red de internet alrededor de 379 imágenes y videos con contenido explícito de abuso sexual de menores.
Investigación sobre su paradero
La detención se llevó a cabo luego de que investigadores de la OCN INTERPOL Bogotá, recibieran una alerta e información desde Washington - USA, sobre la existencia de material digital con contenido de abuso sexual de menores.
El contenido fue encontrado en la Dark Web (red oscura) de Internet, a través de la Base de Datos Internacional sobre Explotación Sexual de Niños (ICSE) por sus siglas en inglés, donde se realizó un trabajo de análisis forense e investigación criminal con el que lograron ubicar e identificar al hombre.
Allanamiento
En las pruebas acusatorias se puede observar al detenido en reiteradas ocasiones cometiendo aberrantes actos contra las tres menores, a quienes coactaba por medio de “regalos” como teléfonos celulares, dinero, alimentos y paseos a balnearios, con el fin de que no dieran aviso a sus madres o familiares.
Durante el allanamiento le fueron incautados un disco duro y tres teléfonos celulares de su propiedad, los cuales serán utilizados para obtener más evidencias e identificar más posibles víctimas.
Asimismo, se busca determinar si existía la complicidad o complacencia de terceras personas en los hechos reprochables.
¿Cómo operaba en la Dark Web?
Los videos y fotografías con contenido explícito de abuso sexual de las menores eran distribuidos a través de la Dark Web, llegando a Estados unidos y otros países.
Una vez recibidas las imágenes, estas eran compartidas en diferentes grupos y redes sociales alimentadas por otros pedófilos quienes buscan satisfacer sus deseos sexuales.