Managua, Nicaragua
Nicaragua autorizó una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para observar la situación en el país, sacudido por protestas antigubernamentales que dejan unos 50 muertos, informó el lunes el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El gobierno de Daniel Ortega 'expresa su anuencia para que en el menor tiempo posible la comisión realice dicha visita de trabajo, con el objeto de observar 'in loco' la situación de los derechos humanos en Nicaragua en el contexto de los sucesos del 18 de abril de 2018 a la fecha', indicó el canciller nicaragüense, Denis Moncada, en una misiva publicada por Almagro en su cuenta en Twitter.
Almagro había insistido el fin de semana en que el gobierno de Ortega permitiera el ingreso de la CIDH, ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), sumándose al reclamo de la Iglesia católica, empresarios y miembros de la sociedad civil nicaragüense.
La CIDH informó el viernes en un comunicado que había solicitado por tercera vez acceso a Nicaragua 'a raíz de los sucesos de violencia ocurridos en la represión de las protestas'.
'Es indispensable que podamos sostener reuniones con autoridades, pero también con diversos sectores de la sociedad civil, para poder hacer una evaluación y un diagnóstico serio, y poder de esa manera considerar la pertinencia de prestar el asesoramiento técnico', señaló en aquel texto la relatora de la CIDH para Nicaragua, Adriana Urrejola.
Las manifestaciones antigubernamentales prosiguieron el fin de semana en el país centroamericano, mientras el episcopado impulsa la apertura de un diálogo que ponga fin a la crisis.
Ortega, un exlíder de la revolución sandinista de 1979 que enfrenta las peores protestas desde que regresó al poder hace 11 años, ha dicho que está dispuesto a mantener conversaciones para calmar la situación, pero hasta ahora ha habido pocos avances.
A la espera de que se concreten las pláticas, el Ejército tomó distancia del mandatario al anunciar este fin de semana que sus efectivos no reprimirán a los manifestantes antigubernamentales.
Las protestas contra el gobierno de Ortega, que iniciaron estudiantes el 18 de abril contra una reforma a la seguridad social y que se extendieron a otros sectores que se han opuesto a la represión y han exigido libertad y democracia, dejaban un saldo no oficial de 52 muertos.
Nicaragua autorizó una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para observar la situación en el país, sacudido por protestas antigubernamentales que dejan unos 50 muertos, informó el lunes el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El gobierno de Daniel Ortega 'expresa su anuencia para que en el menor tiempo posible la comisión realice dicha visita de trabajo, con el objeto de observar 'in loco' la situación de los derechos humanos en Nicaragua en el contexto de los sucesos del 18 de abril de 2018 a la fecha', indicó el canciller nicaragüense, Denis Moncada, en una misiva publicada por Almagro en su cuenta en Twitter.
Almagro había insistido el fin de semana en que el gobierno de Ortega permitiera el ingreso de la CIDH, ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), sumándose al reclamo de la Iglesia católica, empresarios y miembros de la sociedad civil nicaragüense.
La CIDH informó el viernes en un comunicado que había solicitado por tercera vez acceso a Nicaragua 'a raíz de los sucesos de violencia ocurridos en la represión de las protestas'.
'Es indispensable que podamos sostener reuniones con autoridades, pero también con diversos sectores de la sociedad civil, para poder hacer una evaluación y un diagnóstico serio, y poder de esa manera considerar la pertinencia de prestar el asesoramiento técnico', señaló en aquel texto la relatora de la CIDH para Nicaragua, Adriana Urrejola.
Las manifestaciones antigubernamentales prosiguieron el fin de semana en el país centroamericano, mientras el episcopado impulsa la apertura de un diálogo que ponga fin a la crisis.
Ortega, un exlíder de la revolución sandinista de 1979 que enfrenta las peores protestas desde que regresó al poder hace 11 años, ha dicho que está dispuesto a mantener conversaciones para calmar la situación, pero hasta ahora ha habido pocos avances.
A la espera de que se concreten las pláticas, el Ejército tomó distancia del mandatario al anunciar este fin de semana que sus efectivos no reprimirán a los manifestantes antigubernamentales.
Las protestas contra el gobierno de Ortega, que iniciaron estudiantes el 18 de abril contra una reforma a la seguridad social y que se extendieron a otros sectores que se han opuesto a la represión y han exigido libertad y democracia, dejaban un saldo no oficial de 52 muertos.
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