El gobierno de Nicaragua intenta atraer inversiones de China para financiar su desarrollo, hasta ahora fuertemente dependiente de su relación con Hugo Chávez, el mandatario venezolano que pugna por una reelección el 7 de octubre, sumido en una dura campaña.
Nicaragua y China no tienen relaciones diplomáticas, por los nexos de Managua con Taiwán, al que que Pekín considera una provincia rebelde, pero mantienen relaciones en el orden económico.
China mostró interés en la construcción de un Canal Interoceánico en Nicaragua, valorado en 30,000 millones de dólares, y de invertir en las telecomunicaciones, los primeros acercamientos bilaterales entre estos dos países, cuyo intercambio comercial fue de 17 millones de dólares en 2011.
Así como el gobiero chino 'nos ha mostrado interés en el proyecto del Gran Canal que estamos impulsando, nosotros también vamos a seguir mostrando apertura', dijo el asesor de la agencia oficial de inversiones ProNicaragua, Laureano Ortega, hijo del presidente Daniel Ortega, al sitio de internet oficialista 19 de Julio.
Los contactos bilaterales pretenden asegurar la entrada de nuevos capitales a Nicaragua, que depende de la ayuda venezolana, estimada en unos 2,000 millones de dólares desde que Ortega retornó al poder en 2007 según datos oficiales.
'Ortega está preparándose ante una eventual reducción de la ayuda de Venezuela', en un contexto de 'incertidumbre' sobre el futuro político de Chávez, declaró a la AFP el diputado opositor y exvicecanciller Víctor Tinoco.
Tinoco estimó que el gobierno nicaragüense está dando 'un giro' en 'todos los megaproyectos' que perseguía impulsar con fondos venezolanos.
Venezuela es el segundo destino para las exportaciones de Nicaragua, después de Estados Unidos, con montos que pasaron de 30 a 302 millones de dólares entre 2007 y 2011, según cifras oficiales.
El candidato opositor venezolano, Enrique Capriles, el principal rival de Chávez en los comicios de octubre, ha advertido que si llega al poder revisará la cooperación con aliados como Nicaragua.
La cooperación venezolana la administra la empresa privada Albanisa, creada en 2007 entre Petróleos de Venezuela (PDVSA), que tiene el 51% de las acciones, y la estatal Petróleos de Nicaragua (Petronic), con el 49% restante.
Albanisa importa petróleo venezolano y lo distribuye localmente y con sus ganancias financia proyectos del gobierno.
De Albanisa surgieron varias subempresas actualmente vinculadas a casi todas las actividades económicas del país como la construcción, comercio, agricultura, turismo, servicios de seguridad, financiamiento, industria, medios de comunicación, y energía, el área de mayor crecimiento desde 2007.
Además del proyecto de canal, Managua espera cerrar la compra de un satélite de comunicación por 300 millones de dólares financiados por bancos chinos.
Además la empresa china Xinwei busca licencia para operar una red de telefonía móvil.
El gobierno de Ortega busca además que China participe en la construcción de un polo petroquímico que prevé inversiones por 6,500 millones de dólares.
La campaña política en Venezuela arrancó en julio pasado y las encuestas muestran resultados cerrados entre los dos aspirantes.