Manifestantes opositores bloquearon este martes calles y avenidas de Caracas, en rechazo al presidente Nicolás Maduro y su convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Las trancas no fueron convocadas por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), sino que se desarrollaban de forma espontánea en los municipios capitalinos de Chacao y Baruta, según periodistas de AFP.
Una montaña de arena impedía el tráfico vehicular por la neurálgica avenida Francisco de Miranda, en Chacao, donde vecinos también cerraron el paso en varias calles con cuerdas.
Entre los manifestantes se hallaba el violinista Wuilly Arteaga, uno de los íconos de las manifestaciones opositoras contra Maduro que dejan 96 muertos desde el pasado 1 de abril.
'Cada venezolano debe tomar en sus propias manos la responsabilidad de defender la democracia', declaró a la AFP Arteaga, quien suele tocar su instrumento en medio de los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.
'Estamos en las calles para defender nuestros derechos, la Constitución y exigir que Maduro salga', añadió, vestido con una camiseta que tenía estampado el rostro de un joven fallecido en una protesta junto a la frase 'ni uno más'.
Los cortes viales ocurren a dos días de un paro cívico de 24 horas convocado por la MUD y tras el plebiscito simbólico del domingo contra Maduro y la Constituyente, que tuvo el apoyo de 7,6 millones de venezolanos.
Este martes circuló un audio en redes sociales en el que supuestamente el prófugo piloto policial Óscar Pérez -acusado de un ataque con granadas desde un helicóptero contra el máximo tribunal- invitó para este martes a una 'tranca nacional indefinida'.
'No se negocia, no negociamos con asesinos y corruptos', señala el mensaje. El pasado jueves, Pérez convocó a un 'trancazo sin retorno' durante una irrupción sorpresiva en motocicleta en una marcha opositora, su tercera aparición pública tras el atentado del 27 de junio.
'Esto es calle sin retorno hasta que se vaya el gobierno. Si me llaman a protestar (los políticos), protesto, y si no me llaman, sigo protestando', declaró este martes a la AFP María José Molina, de 38 años.