CIUDAD DE PANAMÁ, PANAMÁ.- El
papa Francisco pisó suelo de Centroamérica por primera vez al arribar a
Panamá el miércoles para el encuentro con miles de jóvenes del mundo en momentos en que muchos
migrantes centroamericanos son arrojados hacia el norte por la pobreza y violencia en la región.
El pontífice argentino aterrizó poco después de las cuatro de la tarde en el aeropuerto internacional, donde lo esperaban el presidente Juan Carlos Varela, su esposa Lorena Castillo y una nutrida comitiva.
Es el primer viaje del papa argentino a un país de América Central desde su elección en marzo de 2013, pero antes realizó varias giras a otras naciones latinoamericanas como Bolivia, Paraguay, Chile y Ecuador.
Francisco llega para alentar al rebaño de jóvenes católicos del futuro durante la jornada trianual mundial que realiza la Iglesia católica, que se extenderá hasta el domingo. Se estima que más de 200,000 jóvenes --una convocatoria que se queda chica en relación con encuentros anteriores-- participen. El papa tendrá su primer contacto con los jóvenes el jueves por la tarde.
Desde horas antes del arribo de Francisco, miles de panameños y extranjeros se acomodaron a orillas del tramo vial en el centro de la capital por donde pasará el papamóvil hacia la sede de la Nunciatura, a donde se alojará el pontífice.
La comerciante venezolana Coromoto Almeao, de 54 años, esperaba con sus dos hijas ver pasar al obispo de Roma. Con siete años de vivir en Panamá, la mujer levantaba una bandera con la inscripción “Papa Francisco, oremos por mi país”. Un grupo de venezolanos rezaba un rosario.
“¡Esta es Cuba, la juventud del papa!”, coreaba en otro lugar un grupo de cubanos.
“Es una bendición para nosotros”, dijo la maestra panameña Regina Araúz, de 59 años, que se ubicó con cuatro sobrinos y una prima cinco horas antes. “Él transmite fe y esperanza”.
Es la segunda vez que un papa visita Panamá, desde el viaje que hizo Juan Pablo II a suelo canalero en 1983 en el marco de su primera gira por América Central.
El pontífice argentino aterrizó poco después de las cuatro de la tarde en el aeropuerto internacional, donde lo esperaban el presidente Juan Carlos Varela, su esposa Lorena Castillo y una nutrida comitiva.
Es el primer viaje del papa argentino a un país de América Central desde su elección en marzo de 2013, pero antes realizó varias giras a otras naciones latinoamericanas como Bolivia, Paraguay, Chile y Ecuador.
Francisco llega para alentar al rebaño de jóvenes católicos del futuro durante la jornada trianual mundial que realiza la Iglesia católica, que se extenderá hasta el domingo. Se estima que más de 200,000 jóvenes --una convocatoria que se queda chica en relación con encuentros anteriores-- participen. El papa tendrá su primer contacto con los jóvenes el jueves por la tarde.
Desde horas antes del arribo de Francisco, miles de panameños y extranjeros se acomodaron a orillas del tramo vial en el centro de la capital por donde pasará el papamóvil hacia la sede de la Nunciatura, a donde se alojará el pontífice.
La comerciante venezolana Coromoto Almeao, de 54 años, esperaba con sus dos hijas ver pasar al obispo de Roma. Con siete años de vivir en Panamá, la mujer levantaba una bandera con la inscripción “Papa Francisco, oremos por mi país”. Un grupo de venezolanos rezaba un rosario.
“¡Esta es Cuba, la juventud del papa!”, coreaba en otro lugar un grupo de cubanos.
“Es una bendición para nosotros”, dijo la maestra panameña Regina Araúz, de 59 años, que se ubicó con cuatro sobrinos y una prima cinco horas antes. “Él transmite fe y esperanza”.
Es la segunda vez que un papa visita Panamá, desde el viaje que hizo Juan Pablo II a suelo canalero en 1983 en el marco de su primera gira por América Central.