Asunción, Paraguay
Los paraguayos votan este domingo para elegir presidente entre el candidato derechista Mario Abdo Benítez, proveniente de una familia vinculada a la dictadura de Alfredo Stroessner, y el liberal Efraín Alegre, a quien apoya una colación de centro izquierda.
En un ambiente de poco entusiasmo y movilizaciones, la jornada comenzó a las 07H00 locales (11H00 GMT) con la apertura de los centros de votación en los que están registrados 4,2 millones de electores, de los casi 7 millones de habitantes.
La votación, en la que también se elegirá un nuevo Congreso y los gobernadores de los 17 departamentos, debe cerrar a las 16H00 locales (20H00) y se espera que una hora más tarde se divulguen las primeras proyecciones.
Observadores de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos se desplegaron a lo largo del país para supervisar la elección que se realiza a una sola vuelta.
Abdo Benítez y Alegre fueron de los primeros en votar este domingo.
'Me he ganado credenciales democráticas en mi trayectoria política', declaró Abdo Benítez al rechazar este domingo las críticas que recibe por la cercanía de su familia con Stroessner, de quien su padre fue secretario privado durante la dictadura.
Hegemonía colorada
Paraguay, que salió de 35 años de dictadura en 1989, ha vivido bajo la hegemonía del partido Colorado durante los últimos 70 años, con la sola excepción del gobierno del exobispo y expresidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de completar su mandato.
'En Paraguay, el partido tiene una centralidad en la vida cotidiana. Durante la dictadura, la sede del partido Colorado servía un poco como enfermería y como agencia de empleos. En los partidos paraguayos hay una fidelidad al candidato', explicó a la AFP Magdalena López, coordinadora del Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay de la Universidad de Buenos Aires.
'La transición a la democracia apuntó a un sujeto bastante pasivo, que se limita a votar cada cinco años', añadió López.
Abdo Benítez, de 46 años, es el favorito de las encuestas con hasta 20 puntos de ventaja sobre Alegre.
Sin embargo, un sondeo de última hora plantea un empate técnico con Alegre, en caso de que la participación supere 70%.
Y Alegre se mostró confiado este domingo. 'Creo que la gente va a salir a ser protagonista del cambio. Los reportes que tenemos hablan de una participación extraordinaria', dijo al acudir a su centro electoral.
'Marito', como se le conoce popularmente, propone mantener la política económica del saliente presidente Horacio Cartes, basada en las exportaciones agrícolas, que le ha permitido a Paraguay crecer a un ritmo de 4% anual desde hace más de una década.
También pretende llevar a cabo una reforma del Poder Judicial, que considera corrupto.
Paraguay figura en el puesto 135 de corrupción, de una lista de 180 países elaborada por Transparencia Internacional.
Pobreza y desempleo
Alegre, un abogado de 55 años que comenzó su actividad política en oposición a la dictadura, intenta por segunda vez acceder a la presidencia.
En las pasadas elecciones de 2013, en las que solamente tuvo el apoyo de su partido Liberal, perdió frente al actual mandatario.
Pero esta vez logró reeditar la coalición con el Frente Guasú (Frente Amplio) y otras agrupaciones de izquierda que en 2008 habían dado el triunfo a Lugo.
Alegre promete atacar la pobreza con un impulso a la economía familiar campesina, frente a los inmensos desarrollos agrícolas para la exportación, y con rebajas a la tarifa eléctrica para impulsar las inversiones en la industria y generar empleo.
Paraguay, un país rico en hidroelectricidad pero sin salida al mar, no logra reducir su índice de pobreza con la misma velocidad que crece su economía.
La pobreza afecta a 26,4% de la población y la informalidad alcanza a 40% de la economía, según los especialistas.
'El número de pobres está vinculado a que no hay empleo. Solo 3% de las empresas en Paraguay son grandes empresas. La informalidad hace que el índice de pobreza sea alto', dijo a la AFP Gladys Benegas, directora del Instituto de Investigaciones en Competitividad de Paraguay.
Los paraguayos votan este domingo para elegir presidente entre el candidato derechista Mario Abdo Benítez, proveniente de una familia vinculada a la dictadura de Alfredo Stroessner, y el liberal Efraín Alegre, a quien apoya una colación de centro izquierda.
En un ambiente de poco entusiasmo y movilizaciones, la jornada comenzó a las 07H00 locales (11H00 GMT) con la apertura de los centros de votación en los que están registrados 4,2 millones de electores, de los casi 7 millones de habitantes.
La votación, en la que también se elegirá un nuevo Congreso y los gobernadores de los 17 departamentos, debe cerrar a las 16H00 locales (20H00) y se espera que una hora más tarde se divulguen las primeras proyecciones.
Observadores de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos se desplegaron a lo largo del país para supervisar la elección que se realiza a una sola vuelta.
Abdo Benítez y Alegre fueron de los primeros en votar este domingo.
'Me he ganado credenciales democráticas en mi trayectoria política', declaró Abdo Benítez al rechazar este domingo las críticas que recibe por la cercanía de su familia con Stroessner, de quien su padre fue secretario privado durante la dictadura.
Hegemonía colorada
Paraguay, que salió de 35 años de dictadura en 1989, ha vivido bajo la hegemonía del partido Colorado durante los últimos 70 años, con la sola excepción del gobierno del exobispo y expresidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de completar su mandato.
'En Paraguay, el partido tiene una centralidad en la vida cotidiana. Durante la dictadura, la sede del partido Colorado servía un poco como enfermería y como agencia de empleos. En los partidos paraguayos hay una fidelidad al candidato', explicó a la AFP Magdalena López, coordinadora del Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay de la Universidad de Buenos Aires.
'La transición a la democracia apuntó a un sujeto bastante pasivo, que se limita a votar cada cinco años', añadió López.
Abdo Benítez, de 46 años, es el favorito de las encuestas con hasta 20 puntos de ventaja sobre Alegre.
Sin embargo, un sondeo de última hora plantea un empate técnico con Alegre, en caso de que la participación supere 70%.
Y Alegre se mostró confiado este domingo. 'Creo que la gente va a salir a ser protagonista del cambio. Los reportes que tenemos hablan de una participación extraordinaria', dijo al acudir a su centro electoral.
'Marito', como se le conoce popularmente, propone mantener la política económica del saliente presidente Horacio Cartes, basada en las exportaciones agrícolas, que le ha permitido a Paraguay crecer a un ritmo de 4% anual desde hace más de una década.
También pretende llevar a cabo una reforma del Poder Judicial, que considera corrupto.
Paraguay figura en el puesto 135 de corrupción, de una lista de 180 países elaborada por Transparencia Internacional.
Pobreza y desempleo
Alegre, un abogado de 55 años que comenzó su actividad política en oposición a la dictadura, intenta por segunda vez acceder a la presidencia.
En las pasadas elecciones de 2013, en las que solamente tuvo el apoyo de su partido Liberal, perdió frente al actual mandatario.
Pero esta vez logró reeditar la coalición con el Frente Guasú (Frente Amplio) y otras agrupaciones de izquierda que en 2008 habían dado el triunfo a Lugo.
Alegre promete atacar la pobreza con un impulso a la economía familiar campesina, frente a los inmensos desarrollos agrícolas para la exportación, y con rebajas a la tarifa eléctrica para impulsar las inversiones en la industria y generar empleo.
Paraguay, un país rico en hidroelectricidad pero sin salida al mar, no logra reducir su índice de pobreza con la misma velocidad que crece su economía.
La pobreza afecta a 26,4% de la población y la informalidad alcanza a 40% de la economía, según los especialistas.
'El número de pobres está vinculado a que no hay empleo. Solo 3% de las empresas en Paraguay son grandes empresas. La informalidad hace que el índice de pobreza sea alto', dijo a la AFP Gladys Benegas, directora del Instituto de Investigaciones en Competitividad de Paraguay.