El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, hizo el anuncio el viernes. “Habrá juicio”, dijo Schumer. “Será un juicio pleno, un juicio justo”.
Trump es el primer presidente sometido dos veces a juicio político y el primero en ser juzgado después de dejar el cargo.
Si bien la entrega de la acusación inicia el proceso, los próximos pasos son inciertos, ya que el Senado, ahora controlado por los demócratas, también se afana para confirmar rápidamente los miembros del gabinete nombrados por el presidente Joe Biden y abordar las prioridades legislativas del nuevo gobierno.
Biden dice que el Senado puede hacer ambas cosas. Schumer dijo que está hablando con el líder del bloque republicano Mitch McConnell sobre los “plazos y duración” del proceso a iniciar.
Lea aquí: Pelosi insiste en juicio político contra Trump, pero no fija fecha
“Los senadores republicanos creemos que necesitamos un proceso pleno y justo”, dijo McConnell el viernes después del anuncio de Schumer. El jueves propuso demorar el comienzo del juicio hasta febrero para darle tiempo a Trump para estudiar y preparar su caso. Trump apenas está formando su equipo defensor.
Los legisladores demócratas que votaron a favor de someter a Trump a juicio político por incitar a una sangrienta revuelta en el Capitolio el 6 de enero indicaron que querían iniciarlo rápidamente en el comienzo de la presidencia de Joe Biden porque la rendición de cuentas es necesaria antes de que el país y el Congreso puedan pasar a otros asuntos.
Los plazos y detalles dependen de las negociaciones entre Schumer y McConnell, que también han iniciado conversaciones sobre un acuerdo para compartir el poder en el Senado. Ambos bloques tienen 50 senadores cada uno, pero los demócratas tienen el control porque en caso de empate la vicepresidenta Kamala Harris tiene el voto decisivo.
Bajo los plazos propuestos por McConnell, la defensa del presidente y los fiscales de la cámara tendrían dos semanas para presentar documentos. El debate comenzaría a mediados de febrero.
El aplazamiento sería del agrado de algunos demócratas, porque daría más tiempo al Senado a confirmar los nombramientos de Biden y debatir el paquete de rescate por el coronavirus.
Para su segundo juicio político en dos años, Trump designó al abogado Butch Bowers, dijo un colaborador. Bowers ha sido abogado de dos exgobernadores de Carolina del Sur, Nikki Haley y Mark Sanford.
Mire aquí: Nuevo juicio político a Trump, el impulso de los demócratas en 2021
Los miembros de sus antiguos equipos de abogados dijeron que planeaban ser parte del nuevo proceso. Trump está en desventaja con respecto a su primer juicio, cuando contaba con todos los recursos de la Casa Blanca.
Los nueve fiscales de la cámara, llamados “impeachment managers”, se han reunido en varias ocasiones para planificar su estrategia.