La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, pidió ayer “una tregua” a diferentes actores sociales para que la dejen gobernar la segunda mitad de su mandato, dos años que se inician el 8 de mayo próximo, según una entrevista publicada por un medio local.
“Si hay un reto que tenemos en este año es llamar a una especie de tregua en Costa Rica” que involucre a los partidos políticos, los intereses gremiales y corporativos, e incluso al poder judicial, afirmó la mandataria en una entrevista que publica el diario La Nación.
Chinchilla cumple el 8 de mayo su segundo año de gobierno con una espectacular caída de popularidad y sin haber logrado el proyecto que se propuso desde el inicio de su administración, la aprobación de una reforma tributaria que permita cerrar el elevado déficit fiscal, cercano al 5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Aunque logró superar la resistencia que enfrentaba en el Congreso, gracias a una alianza con el opositor Partido Acción Ciudadana (PAC), la iniciativa se estrelló en la sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que hace un par de semanas la declaró inaplicable por errores de trámite legislativo.
La presidenta ha anunciado una serie de medidas de contención del gasto como salida alterna al plan tributario.