Miguel Díaz-Canel fue elegido el jueves por la Asamblea Nacional como nuevo presidente de Cuba y sucesor de Raúl Castro, según la prensa oficial, decisión que marca una nueva era en seis décadas de revolución socialista en la isla.
'El mandato dado por el pueblo a esta legislatura es dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial, que estará marcado por todo lo que debemos avanzar en la actualización del modelo económico', dijo Díaz-Canel en su primer discurso como gobernante ante la Asamblea Nacional.
El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se comprometió el jueves a continuar tanto con la revolución de sus antecesores como con la actualización del modelo económico que inició por su antecesor Raúl Castro.
Al lado de Díaz-Canel, el presidente saliente se puso de pie para aplaudir a su sucesor en Cuba, que por primera vez no tendrá en su máximo cargo a una persona que no se apellide Castro.
Raúl, de 86 años, lo trajo a su lado, le encargó representar al gobierno en visitas oficiales al extranjero y lo preparó para asumir el cargo más importante en la isla, mientras la prensa estatal le iba dando más espacio.
Recordado por ser un dirigente que andaba en short y bicicleta, ha sabido darse una imagen más fresca y moderna, abogando por el desarrollo de internet y de una prensa más crítica. Sin embargo ha sido severo contra los opositores o los diplomáticos propensos a criticar públicamente al gobierno.
A cargo de liderar una transición histórica en un primer mandato de cinco años, será el primer líder cubano nacido después de la revolución de 1959 y tendrá que forjar una legitimidad que fue natural en los Castro.