Una comisión especial del gobierno que revisó cuatro meses el programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional propuso al presidente Barack Obama que suspenda la compilación masiva de información telefónica y que elimine los archivos de llamadas de millones de estadounidenses, según se enteró The Associated Press.
La recomendación que hizo la Comisión de Supervisión de la Privacidad y las Libertades Civiles de que se suspenda el espionaje telefónico de la agencia (NSA por sus siglas en inglés) fue incluso más radical que una propuesta similar que presentó otro panel de expertos.
Ese panel, el Grupo de Revisión de Inteligencia y Tecnologías de las Comunicaciones, recomendó en diciembre a Obama que restringiera la vigilancia telefónica a operaciones limitadas que requieran una orden de la corte.
El nuevo informe de 234 páginas de la comisión de supervisión —copia del cual obtuvo The Associated Press— contiene las opiniones disidentes de dos de los cinco miembros que la integran, ex abogados de seguridad nacional del gobierno de Bush que recomendaron que el gobierno conserve su amplia autoridad sobre seguridad nacional.
La comisión reveló a principios de mes los pasajes cruciales de su informe a Obama antes de que el presidente anunciara sus planes en un discurso a la nación la semana pasada.
En ese mensaje, Obama dijo que de momento se daría continuidad al programa de recaudación masiva de información telefónica. Obama ordenó al Departamento de Justicia y a autoridades de inteligencia que encontraran formas para poner fin al control del gobierno sobre la información telefónica.
Además, el presidente limitó la compilación masiva de información al insistir en una estrecha supervisión por parte de una corte federal secreta de inteligencia y disminuir la amplia cadena de llamadas a las que la agencia puede dar seguimiento. Las compañías telefónicas dijeron que no quieren asumir la responsabilidad de supervisar la información bajo las normas que ha establecido la NSA.
Después de advertir que las compilaciones masivas que efectúa a diario la NSA de archivos de llamadas telefónicas 'plantean graves amenazas a la privacidad y las libertades civiles', una mayoría de tres miembros de la comisión de supervisión dijo que el gobierno debería poner fin al programa de vigilancia y 'purgar la base de datos de archivos telefónicos recabados y almacenados durante la operación del programa'.
La comisión dijo que en su lugar, la NSA debe solicitar directamente los archivos a las empresas proveedoras de servicios telefónicos mediante las 'autoridades legales pertinentes'.