El secuestro frustrado ocurrió menos de dos días después de la liberación de 344 niños que habían sido secuestrados en la misma zona el 11 de diciembre. Los incidentes han puesto de relevancia la inseguridad en el norte de Nigeria.
El ataque del sábado por la noche se produjo en Dandume, a unos 64 kilómetros (40 millas) de Kankara, donde se registró el secuestro anterior.
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Los delincuentes ya habían secuestrado a cuatro personas y robado una docena de vacas cuando se encontraron con los niños, que volvían a casa de una celebración, dijo el domingo por la mañana Gambo Isa, portavoz de la policía estatal de Katsina. Policías y un grupo local de autodefensa rescataron a los niños tras un tiroteo, indicó.
“Los equipos tuvieron éxito en expulsar a los bandidos y rescatar a las 84 víctimas de secuestro y recuperaron las 12 vacas robadas”, dijo Isa en un comunicado. “Las partidas de búsqueda siguen peinando la zona para detener a los bandidos heridos y/o recuperar sus cadáveres”.
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Dandume, una zona en la frontera con el estado norteño de Kaduna, es uno de los puntos de la región más afectados por los robos y los secuestros, según vecinos de la zona.
“Dandume es una zona prohibida para muchos de nosotros por el alto nivel de delitos y la seguridad que provocan bandidos armados”, dijo a The Associated Press Saidu Lawal, miembro de un grupo civil local en Katsina.
“Pese a los esfuerzos del gobierno por despejar la zona construyendo carreteras que llevan desde los lugares urbanos a las zonas interiores de Dandume (...) la delincuencia aún persiste”, explicó Lawal. “En muchas ocasiones, los bandidos cortan las autopistas de Dandume a Sabuwa para atacar a los viajeros. Es por ese motivo que mucha gente ha abandonado la ruta nueva”.
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