Filipinas
Los socorristas buscan este sábado a supervivientes del terremoto de magnitud 6.5 que ha causado al menos seis muertos y un centenar de heridos, además de destrozos cuantiosos, en el sur de Filipinas.
Los habitantes de la ciudad costera de Surigao, en la isla de Mindanao, pasaron la noche asustados por las réplicas registradas tras el sismo del viernes, ocurrido cuando muchos ya estaban durmiendo.
'Pensé que era el fin del mundo. Se abrieron brechas en las calles', declaró Carlos Canseco a la cadena de televisión ABS-CBN.
Mindanao se encuentra a unos 700 kilómetros al sudeste de Manila, la capital.
El jefe de las operaciones de gestión de las catástrofes de la provincia, Ramon Gotinga, informó que el seísmo también causó al menos 126 heridos, de los cuales 15 graves.
La mayoría de las víctimas murió por la caída de objetos, pero un hombre quedó sepultado bajo la segunda planta de su casa y una anciana falleció por un infarto, precisó.
El terremoto se produjo a 27 km de profundidad, según el instituto geológico estadounidense USGS, con epicentro en el mar, a 14 kilómetros al norte de Surigao, informó la oficina sismológica filipina.
El centro de alerta por tsunami del Pacífico no ha emitido alertas.
Miles de personas aterrorizadas se refugiaron en las zonas altas, por miedo a que una enorme ola barriera esta ciudad costera de 152.000 habitantes. Otros pasaron la noche en aparcamientos o en áreas al aire libre.
Gotinga dijo el sábado que los habitantes seguían aterrados. 'Están traumatizados. A la mínima réplica, corren por las calles', dijo el responsable.
Filipinas se encuentra sobre el llamado Anillo de Fuego, una vasta región del Pacífico con frecuentes sismos y erupciones volcánicas.
El último terremoto potente en Filipinas fue de magnitud 7,1 y se produjo en octubre de 2013. Dejó 220 muertos en las islas del centro del archipiélago.
Los socorristas buscan este sábado a supervivientes del terremoto de magnitud 6.5 que ha causado al menos seis muertos y un centenar de heridos, además de destrozos cuantiosos, en el sur de Filipinas.
Los habitantes de la ciudad costera de Surigao, en la isla de Mindanao, pasaron la noche asustados por las réplicas registradas tras el sismo del viernes, ocurrido cuando muchos ya estaban durmiendo.
'Pensé que era el fin del mundo. Se abrieron brechas en las calles', declaró Carlos Canseco a la cadena de televisión ABS-CBN.
Mindanao se encuentra a unos 700 kilómetros al sudeste de Manila, la capital.
El jefe de las operaciones de gestión de las catástrofes de la provincia, Ramon Gotinga, informó que el seísmo también causó al menos 126 heridos, de los cuales 15 graves.
La mayoría de las víctimas murió por la caída de objetos, pero un hombre quedó sepultado bajo la segunda planta de su casa y una anciana falleció por un infarto, precisó.
El terremoto se produjo a 27 km de profundidad, según el instituto geológico estadounidense USGS, con epicentro en el mar, a 14 kilómetros al norte de Surigao, informó la oficina sismológica filipina.
El centro de alerta por tsunami del Pacífico no ha emitido alertas.
Miles de personas aterrorizadas se refugiaron en las zonas altas, por miedo a que una enorme ola barriera esta ciudad costera de 152.000 habitantes. Otros pasaron la noche en aparcamientos o en áreas al aire libre.
Gotinga dijo el sábado que los habitantes seguían aterrados. 'Están traumatizados. A la mínima réplica, corren por las calles', dijo el responsable.
Filipinas se encuentra sobre el llamado Anillo de Fuego, una vasta región del Pacífico con frecuentes sismos y erupciones volcánicas.
El último terremoto potente en Filipinas fue de magnitud 7,1 y se produjo en octubre de 2013. Dejó 220 muertos en las islas del centro del archipiélago.