CUAUTITLÁN, MÉXICO.- Cientos de personas fueron evacuadas este viernes en una alcaldía del centro de México, luego de que intensas lluvias y la obstrucción de un canal de drenaje provocaran la inundación de sus casas.
Desolados y molestos, los vecinos de la urbanización Rancho San Blas, en la alcaldía Cuautitlán, abandonaban sus hogares con sus hijos y mascotas en brazos y unas pocas pertenencias, luego de que el agua arrasara con su patrimonio.
Abatido, Juan Manuel Cortés, taxista de 56 años, salió de su casa cargando a sus dos perros y acompañado de su esposa, dos hijos y un nieto, en uno de los botes que los rescatistas utilizaron para circular por las calles convertidas en canales.
“Me quedé para alzar un poco de cosas de la casa, para salvar algo, porque la mayoría se echó a perder”, dijo Cortés, cuya vivienda quedó anegada por al menos un metro de agua.
Cuautitlán y otras alcaldías del Estado de México, cercanas a la capital, suelen sufrir inundaciones durante la temporada de lluvias, que coincide con el verano boreal, aunque sistemas de desfogue y canalización aminoran el impacto.
Vecinos y autoridades denunciaron, sin embargo, que la construcción de una obra vial y una instalación industrial aledañas obstruyeron este año el desagüe provocando la inundación.
“Ya tenemos 23 años viviendo aquí y nunca había pasado esto”, dijo Laura Mancilla, de 49 años, también forzada a dejar su casa.
Camionetas o cualquier otro vehículo de llantas altas eran empleados para ingresar a la zona afectada y sacar a quienes inicialmente optaron por quedarse en sus casas para protegerlas de saqueos.
“Mi familia ya está a salvo (...) aquí me quedaré a cuidar”, dijo Isidro Carrillo, asesor en Protección Civil de 52 años, quien desde temprano ayudó a evacuar a las familias de su manzana.
Sin certeza sobre los daños y la fecha en que podrán regresar a sus hogares, vecinos reclamaron airadamente al alcalde de Cuautitlán, Aldo Ledezma, quien acudió a supervisar el rescate.
Ledezma aseguró a periodistas que el municipio ayudará a los vecinos en la medida de sus capacidades, “pero necesitamos forzosamente el apoyo del gobierno estatal y el gobierno federal”.
Un primer albergue para los damnificados se instaló desde la noche del jueves y acogía a una treintena de familias cuyas viviendas resultaron dañadas.