Sus palabras contrastan con su exigencia previa de una reapertura plena de las escuelas para el siguiente ciclo escolar. Trump ha dicho que es seguro reanudar clases y que los demócratas se oponen a ello por razones políticas.
Pero, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump dijo que los distritos en algunas zonas de alto contagio “quizá necesiten aplazar su reapertura algunas semanas”. Dijo que esa decisión recaerá en los gobernadores.
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Aun cuando ha atenuado su postura, Trump insistió en que todas las escuelas deben “hacer preparativos para abrir”. Señaló que los estudiantes necesitan asistir a clases para impedir retrocesos en el aprendizaje y para que puedan acceder a los programas de alimentos y de servicios de salud mental.
El presidente dijo que decidió solicitar al Congreso que provea 105.000 millones de dólares a las escuelas como parte de su próxima iniciativa de asistencia por el coronavirus. Si los distritos locales no reabren, el dinero debe ser canalizado a los padres para que puedan buscar otras opciones educativas, apuntó.
“Si las escuelas no reabren, los recursos deben entregarse a los padres para que envíen a sus hijos a escuelas públicas, privadas, subvencionadas, religiosas o para que tomen clases en casa”, afirmó. “Debe darse a todas las familias la facultad de tomar la decisión correcta según sus circunstancias”.