Horas antes, Biden ofreció garantías de que se puede confiar en el recuento de votos, proyectando una imagen más presidencial al tiempo que pidió a los estadounidenses ser pacientes.
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Las contrastantes posturas intensificaron un momento de incertidumbre a nivel nacional mientras el país y el mundo esperaban saber qué hombre obtendrá los 270 votos del Colegio Electoral que necesita para conseguir la presidencia. Trump recurrió a acciones jurídicas con poco éxito, haciendo llamadas y redoblando esfuerzos para sembrar dudas en el resultado de la contienda.
A medida que su camino a la victoria se iba cerrando, Trump hizo acusaciones sin fundamento sobre acciones indebidas en el proceso electoral en una serie de tuits, e insistió en que se debe suspender el conteo de votos enviados antes y el día de las elecciones. Y en su primera aparición pública desde la madrugada del miércoles, amplificó sus teorías de conspiración acompañado de los símbolos del poder presidencial.
“Este es un caso en el que tratan de robar una elección, están tratando de amañar una elección”, dijo Trump sobre los demócratas, a quienes acusó de corrupción sin proporcionar ninguna prueba.
Hizo declaraciones similares sobre la integridad de las elecciones durante la contienda de 2016, en la que terminó ganando. En esta ocasión, no hablaba como candidato, sino como el presidente de Estados Unidos.
Biden tomó un camino diferente cuando habló brevemente ante los reporteros luego de asistir a una sesión informativa sobre covid-19, y declaró que “cada voto debe ser contado”.
“Les pido a todos mantener la calma. El proceso está funcionando”, manifestó Biden. “Es la voluntad de los votantes. Nadie, nadie más elige al presidente de los Estados Unidos de América”.
Las victorias de Biden en Michigan y Wisconsin lo colocaron a la delantera, pero Trump no mostró señales de rendirse. Podría tomar varios días más que el conteo de votos concluya y surja un claro ganador.
Mientras se siguen tabulando millones de boletas, Biden ya ha recibido más de 72 millones de votos, la mayor cantidad en la historia del país.
La campaña de Trump lanzó una andanada de recursos legales para tratar de mejorar las posibilidades del presidente republicano, solicitando un recuento en Wisconsin y presentando demandas legales en Pensilvania, Michigan y Georgia.
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Jueces en Georgia y Michigan desestimaron rápidamente las demandas del equipo de campaña de Trump el jueves.
Biden ya ha ganado en Michigan y Wisconsin. Las contiendas en Georgia, Pensilvania, Nevada y Carolina del Norte se mantienen muy cerradas y los votos siguen siendo tabulados.
La campaña de Trump se dijo confiada en que el presidente se llevaría finalmente una victoria en Arizona, donde los votos tampoco han terminado de escrutarse, incluyendo los del condado Maricopa, el área más poblada del estado. The Associated Press ha declarado a Biden ganador en Arizona y el jueves señaló que estaba siguiendo de cerca el conteo de votos en el estado.
“The Associated Press continúa observando y analizando los resultados de los conteos de votos en Arizona conforme van dándose a conocer”, sostuvo Sally Buzbee, editora ejecutiva de la AP. “Seguiremos los hechos en todos los casos”.
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Las impugnaciones legales de Trump tienen pocas probabilidades de éxito. Tendría que ganar múltiples demandas en varios estados a fin de detener el conteo de votos, dado que más de un estado siguen sin declarar un ganador.