Aunque los demócratas podrían no tener la autoridad para obligar a Trump a testificar, la solicitud es parte de los intentos demócratas de poner los violentos eventos del 6 de enero en el registro para la historia y exigirle cuentas por sus palabras. Los demócratas podrán utilizar en su contra el rechazo a testificar a medida que argumentan que el exmandatario ha evadido la responsabilidad por sus acciones.
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Horas después de que se dio a conocer la solicitud de los demócratas, el asesor de Trump, Jason Miller, afirmó que el juicio era un “procedimiento anticonstitucional” y que el expresidente no testificaría. Por otro lado, los abogados de Trump calificaron la solicitud como “una maniobra de relaciones públicas”.
El juicio en el Senado comienza el 9 de febrero. Se acusa a Trump —el primer presidente en ser sometido a juicio político en dos ocasiones— de incitar a una turba de partidarios suyos que tomaron por asalto el Capitolio el 6 de enero para interrumpir el conteo de votos electorales. Cinco personas murieron durante la revuelta. Antes de los disturbios, Trump había dicho a sus simpatizantes que “lucharan con todo” para revertir su derrota electoral.
Los demócratas han dicho que el juicio es necesario para brindar una medida final de responsabilidad por el ataque. De ser condenado, el Senado podría llevar a cabo una segunda votación para impedirle postularse nuevamente a un cargo de elección popular.
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En la carta dirigida a Trump y sus abogados, el representante Jamie Raskin, uno de los legisladores que actúan como fiscales, pide que Trump explique el motivo por el que él y su equipo han disputado las acusaciones de hecho del caso. Pidieron que declare “antes o durante el juicio político en el Senado” y bajo interrogatorio, y que lo haga entre el lunes 8 y el jueves 11 de febrero próximos.
La solicitud de Raskin cita las palabras de los propios abogados de Trump, que en un informe legal presentado a principios de esta semana no sólo negaron que Trump hubiera incitado la revuelta, sino que aseguraron que había “realizado un trabajo admirable como presidente, haciendo en todo momento lo que consideró era lo mejor para el pueblo estadounidense”.
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