Fuera de la Casa Blanca antes de iniciar un viaje a Nueva Orleáns, Trump dijo que había rechazado la propuesta del senador republicano Lindsey Graham de reabrir el gobierno temporalmente mientras siguen su curso las negociaciones. 'Sí, lo rechacé', dijo Trump. 'No me interesa. Quiero resolver el asunto. No quiero postergarlo simplemente'.
El mandatario también se distanció de la idea de declarar una emergencia nacional, aseverando: 'no quiero declarar una emergencia nacional. Esto es tan simple que no debería ser necesario'.
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El lunes, mientras el Congreso iniciaba la segunda semana del período desde que el control de la Cámara de Representantes pasó a manos de los demócratas, se cumplieron 24 días de la paralización oficial que ha afectado a cientos de miles de empleados federales y sobre la cual no se avista un fin.
Trump exige que los legisladores le aprueben 5.700 millones de dólares para financiar un muro a lo largo de la frontera con México mientras los demócratas consideran que tal obstáculo es innecesario e incluso inmoral. Exigen que Trump permita la reanudación de las funciones oficiales.
Trump afirmó que él es el único que está dispuesto a negociar, mencionando el viaje que en estos días hicieron políticos demócratas a Puerto Rico. 'Hay muchos demócratas allá en Puerto Rico celebrando algo, no sé, quizás celebrando el cierre del gobierno', dijo el presidente en tono de burla.
En realidad, la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, y el líder de los demócratas en el Senado Chuck Schumer estaban en Washington. El portavoz de Pelosi, Drew Hammill, tuiteó el lunes: 'La legisladora Pelosi ha estado en Washington todo el fin de semana, trabajando desde el Capitolio'.
Trump criticó a Pelosi y Schumer en Twitter, aseverando que el cierre del gobierno '¡es culpa de ellos, es culpa de los demócratas!'
En realidad Trump hace semanas dijo que estaría 'orgulloso' de ser el responsable de la paralización oficial y según las encuestas, la mayoría de la opinión pública lo considera responsable a él.
Trump ha estado sopesando la posibilidad de declarar un estado de emergencia nacional, lo que seguramente crearía desafíos judiciales y una crisis política. Inicialmente el gobernante parecía estar decidido a favor, pero luego retrocedió. En días recientes ha enfatizado que prefiere una solución legislativa.