Los ministros europeos de Defensa y Asuntos Exbteriores participaban en una cumbre en Eslovenia, a la que asistieron también la OTAN y Naciones Unidas, para buscar formas de mejorar la capacidad operativa de la UE y desarrollar una fuerza de respuesta rápida capaz de operar en escenarios militares complicados.
Los funcionarios discutirán los planes para la llamada orientación estratégica, un documento que buscar armonizar la gestión de crisis y defender las ambiciones de defensa del bloque que se espera que esté redactado antes de final de año.
“Está claro que la necesidad de una mayor defensa europea nunca ha sido tan evidente como ahora tras los acontecimientos en Afganistán', dijo el jefe de la política exterior del bloque, Josep Borrell, a su llegada a la reunión.
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“Hay algunos eventos que catalizan la historia', agregó. “A veces, ocurre algo que hace avanzar la historia y creo que lo ocurrido en Afganistán este verano es uno de esos casos”.
La toma del país por parte del Talibán y la apresurada evacuación aérea que siguió a la decisión de Estados Unidos de retirar a sus tropas de suelo afgano han dejado al descubierto la dependencia de la UE de su aliado. Sin el respaldo de Washington, las naciones europeas no habían podido garantizar la salida segura de sus ciudadanos ni de sus tropas.
Pero alcanzar un consenso entre los 27 socios para crear una fuerza comunitaria es una tarea difícil. Los países que limitan con Rusia suelen estar en contra de la idea de autonomía, como Polonia y las naciones bálticas. Alemania, uno de los pesos pesados del bloque, también es partidaria de recurrir a la OTAN para operaciones de seguridad y mantener el paraguas de la defensa estadounidense en Europa.
