CARACAS, Venezuela
Un joven falleció el miércoles de un disparo en la cabeza en medio de la represión y las corridas generadas por las marchas del oficialismo y la oposición en Caracas, con lo que se elevaron a seis los muertos en las protestas de las últimas dos semanas.
El director del Hospital de Clínicas de Caracas, Miguel Salomón, informó a The Associated Press que el joven Carlos José Moreno, de 17 años, falleció tras ser sometido a una cirugía para extirparle el proyectil que había recibido cerca de las manifestaciones en la capital venezolana.
Portando banderas venezolanas y camisetas blancas, los opositores se movilizaron por diferentes sectores y la principal autopista de la capital para tratar de confluir en la Defensoría del Pueblo, pero nunca pudieron llegar a la sede del organismo debido a que todos los accesos al centro de la ciudad habían sido bloqueados por los cuerpos de seguridad y las movilizaciones oficialistas.
Desde temprano cientos de policías y guardias nacionales con equipos antimotines y tanquetas se apostaron en diversos puntos y avenidas de la capital, además de las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y la Defensoría del Pueblo. Además, una veintena de estaciones del metro fueron cerradas por seguridad.
La oposición llamó a manifestaciones en 23 estados del país en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro, que enfrenta las tensiones políticas en medio de una crisis económica que ha provocado la escasez de alimentos y bienes básicos y una inflación de tres dígitos.
Los partidarios del mandatario venezolano también salieron a las calles. Al ritmo de música folclórica y salsa decenas de miles de empleados públicos y seguidores del gobierno, vestidos con camisetas rojas, tomaron las principales avenidas del oeste y centro de la ciudad en apoyo a Maduro.
'Tenemos que defender nuestra patria, defender la paz y defender a nuestro presidente Nicolás Maduro', dijo Mariluz Soteldo, de 55 años, mientras marchaba por una avenida del centro de la ciudad.
Maduro acusó la noche del martes a sus adversarios de promover un golpe de Estado y señaló a Estados Unidos, sin presentar pruebas, de tratar de 'asaltar el poder político en Venezuela'.
Tras anunciar que algunos militares y civiles fueron detenidos por su supuesta vinculación con un complot, el mandatario dijo que activó un plan militar pero no ofreció detalles de la operación. Durante sus cuatro años de mandato Maduro ha denunciado más de una docena de complots.
La activación del plan militar fue rechazada por organizaciones humanitarias y opositores que señalaron a Maduro de tratar de intimidar a sus adversarios y amenazar a la población con 'represión militar' para frenar las manifestaciones que en las últimas tres semanas han dejado, además de los muertos, varias decenas de heridos y 241 detenidos.
La situación en Venezuela ha generado preocupación entre varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, que exhortaron a Caracas a que garantice la realización de movilizaciones pacíficas y han pedido a los opositores no promover acciones violentas.
Al rechazar la activación del plan militar, el dirigente y excandidato presidencial Henrique Capriles dijo la noche del martes que la oposición responderá marchando pacíficamente para enfrentar el 'autogolpe' que aseguró que dio Maduro a fines de marzo luego de dos sentencias en las que el Tribunal Supremo de Justicia asumió los poderes de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los legisladores. Aunque los fallos fueron revertidos no han cesado las protestas contra el gobierno.
Capriles dijo que la oposición mantendrá su presión para que se convoquen elecciones generales, se abra un canal humanitario para recibir alimentos y medicinas y se libere a los presos políticos.
En medio de la creciente tensión política Maduro anunció a inicios de semana que aumentará a 500.000 el número de civiles uniformados y que le entregará a cada uno un fusil, decisión que generó preocupación entre algunos gobiernos y entes internacionales.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo el miércoles en su cuenta de Twitter que instruyó a su canciller para que pida al secretario general de la ONU poner atención sobre la 'preocupante militarización de la sociedad venezolana'.
Un joven falleció el miércoles de un disparo en la cabeza en medio de la represión y las corridas generadas por las marchas del oficialismo y la oposición en Caracas, con lo que se elevaron a seis los muertos en las protestas de las últimas dos semanas.
El director del Hospital de Clínicas de Caracas, Miguel Salomón, informó a The Associated Press que el joven Carlos José Moreno, de 17 años, falleció tras ser sometido a una cirugía para extirparle el proyectil que había recibido cerca de las manifestaciones en la capital venezolana.
Portando banderas venezolanas y camisetas blancas, los opositores se movilizaron por diferentes sectores y la principal autopista de la capital para tratar de confluir en la Defensoría del Pueblo, pero nunca pudieron llegar a la sede del organismo debido a que todos los accesos al centro de la ciudad habían sido bloqueados por los cuerpos de seguridad y las movilizaciones oficialistas.
Desde temprano cientos de policías y guardias nacionales con equipos antimotines y tanquetas se apostaron en diversos puntos y avenidas de la capital, además de las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y la Defensoría del Pueblo. Además, una veintena de estaciones del metro fueron cerradas por seguridad.
La oposición llamó a manifestaciones en 23 estados del país en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro, que enfrenta las tensiones políticas en medio de una crisis económica que ha provocado la escasez de alimentos y bienes básicos y una inflación de tres dígitos.
Los partidarios del mandatario venezolano también salieron a las calles. Al ritmo de música folclórica y salsa decenas de miles de empleados públicos y seguidores del gobierno, vestidos con camisetas rojas, tomaron las principales avenidas del oeste y centro de la ciudad en apoyo a Maduro.
'Tenemos que defender nuestra patria, defender la paz y defender a nuestro presidente Nicolás Maduro', dijo Mariluz Soteldo, de 55 años, mientras marchaba por una avenida del centro de la ciudad.
Maduro acusó la noche del martes a sus adversarios de promover un golpe de Estado y señaló a Estados Unidos, sin presentar pruebas, de tratar de 'asaltar el poder político en Venezuela'.
Tras anunciar que algunos militares y civiles fueron detenidos por su supuesta vinculación con un complot, el mandatario dijo que activó un plan militar pero no ofreció detalles de la operación. Durante sus cuatro años de mandato Maduro ha denunciado más de una docena de complots.
La activación del plan militar fue rechazada por organizaciones humanitarias y opositores que señalaron a Maduro de tratar de intimidar a sus adversarios y amenazar a la población con 'represión militar' para frenar las manifestaciones que en las últimas tres semanas han dejado, además de los muertos, varias decenas de heridos y 241 detenidos.
La situación en Venezuela ha generado preocupación entre varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, que exhortaron a Caracas a que garantice la realización de movilizaciones pacíficas y han pedido a los opositores no promover acciones violentas.
Al rechazar la activación del plan militar, el dirigente y excandidato presidencial Henrique Capriles dijo la noche del martes que la oposición responderá marchando pacíficamente para enfrentar el 'autogolpe' que aseguró que dio Maduro a fines de marzo luego de dos sentencias en las que el Tribunal Supremo de Justicia asumió los poderes de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los legisladores. Aunque los fallos fueron revertidos no han cesado las protestas contra el gobierno.
Capriles dijo que la oposición mantendrá su presión para que se convoquen elecciones generales, se abra un canal humanitario para recibir alimentos y medicinas y se libere a los presos políticos.
En medio de la creciente tensión política Maduro anunció a inicios de semana que aumentará a 500.000 el número de civiles uniformados y que le entregará a cada uno un fusil, decisión que generó preocupación entre algunos gobiernos y entes internacionales.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo el miércoles en su cuenta de Twitter que instruyó a su canciller para que pida al secretario general de la ONU poner atención sobre la 'preocupante militarización de la sociedad venezolana'.