Desmantelan secta sexual en Buenos Aires, Argentina, era “escuela de yoga”

Juan Percowicz, de 85 años, fundador de la Buenos Aires Yoga School (BAYS), y más de una docena de sus miembros enfrentan cargos criminales por dirigir una supuesta “secta sexual”

Fotos familiares de María Valeria Llamas, que fue atraída por BAYS en 1990. Sus padres dijeron que le lavaron el cerebro. (Sarah Pabst para The New York Times)

mié 12 de junio de 2024 a las 14:49

Por Ana Lankes | The New York Times

Juan Percowicz era un contador que también impartía clases de autoayuda en Buenos Aires. Fue un éxito y, con donativos de sus seguidores, construyó una organización conocida como Buenos Aires Yoga School o BAYS.

Durante más de 30 años operó la escuela, que prometía salvación espiritual a través de conferencias y clases de autosuperación.

Pero ahora, Percowicz, de 85 años, y más de una docena de miembros de BAYS enfrentan cargos criminales, acusados de dirigir una “secta sexual” que obligaba a algunas de sus alumnas a prostituirse y lavaba las ganancias en bienes raíces.

Los fiscales dicen que la organización explotó y drogó a algunas alumnas, obligándolas a vender sus cuerpos y generando cientos de miles de dólares mensuales de clientes en Argentina y Estados Unidos.

“Aquí existen sectas, pero nunca hemos visto una que operara a este nivel”, dijo Ricardo Juri, el investigador que supervisó las redadas policiales a propiedades de BAYS en agosto del 2022.

$!Agentes de policía llevan a Juan Percowicz, líder de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, a prisión preventiva en 2022.

En la década de 1990, Percowicz y su escuela ganaron notoriedad por primera vez después de que una familia argentina acusó a la organización de lavarle el cerebro a su hija, María Valeria Llamas, que entonces tenía 20 años. Durante la investigación, algunas ex miembros hablaron de haber sido obligadas a trabajar como “esclavas” y dijeron que la escuela promovía la prostitución.

Pero ese caso se estancó en los tribunales. Argentina aún no tenía leyes en materia de trata de personas ni lavado de dinero, afirman los investigadores. El sistema de justicia del País aún estaba siendo reformado después del fin de la dictadura militar más de una década antes, en la que decenas de miles de personas fueron asesinadas.

También persistía desconfianza hacia el Gobierno y el sistema judicial —y los defensores de BAYS lo explotaron, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel, ganador argentino del Premio Nobel de la Paz, y las Madres de la Plaza de Mayo, cuyos hijos habían sido “desaparecidos” por el régimen autoritario. Acusaron al poder judicial argentino de corrupción y violaciones de derechos humanos relacionadas con el caso.

Con el tiempo, se abandonó el caso contra BAYS.

Ahora, con las leyes actualizadas, los fiscales vuelven a apuntar a Percowicz y sus seguidores en una nueva investigación que examina las operaciones de BAYS que se remontan al 2004.

En las redadas del 2022 en BAYS, los investigadores dijeron haber encontrado más de un millón de dólares en efectivo, cinco lingotes de oro, películas pornográficas, talonarios de cheques de bancos estadounidenses y expedientes sobre personas adineradas, incluyendo algunas que viven en Estados Unidos.

Los fiscales dicen que las siete mujeres nombradas como víctimas fueron llevadas a BAYS por sus padres cuando eran menores de edad, o que se unieron cuando eran jóvenes y con el tiempo fueron obligadas a prostituirse. Pero esas mujeres han negado haber tenido relaciones sexuales por dinero o haber sido víctimas de algún delito.

Los abogados defensores de Percowicz y las actuales miembros de BAYS han negado todos los cargos. Dicen que las acusadoras —cuyas identidades están protegidas en el caso— quieren vengarse de la organización por motivos personales.

“Este es un caso de trata de personas sin víctimas de trata”, dijo Jorge Daniel Pirozzo, abogado que representa a Percowicz y a otros cinco miembros de BAYS.

Si bien la prostitución en Argentina no es ilegal, promover o explotar económicamente la prostitución mediante el engaño, el abuso o la intimidación sí lo es. Los fiscales dicen que pretenden demostrar que las víctimas no se reconocen como tales porque Percowicz y sus aliados manipularon psicológicamente a las mujeres durante años.

Los fiscales dijeron que la mayoría de los ingresos de BAYS provino de actividades de tráfico sexual y fueron lavados en bienes raíces en Argentina y Estados Unidos. Estimaron que los activos totales de BAYS eran de casi 50 millones de dólares en diciembre del 2020.

$!La antigua sede de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, centro que prometía salvación espiritual a sus integrantes.

Los fiscales dicen que confían en que las pruebas y las nuevas leyes les permitirán llevar a Percowicz y a otros acusados ante la justicia. El caso actualmente se encuentra en los tribunales. No se ha fijado fecha para el juicio.

Para Pablo Salum, cuya madre lo llevó por primera vez a BAYS cuando tenía 8 años, la justicia llega demasiado tarde. Dejó la organización cuando tenía 12 años y se ha distanciado de su madre y su hermana, que siguen siendo miembros de BAYS.

“Esto podría haber terminado hace 20 años”, afirmó. “Todo lo que está pasando ahora no tendría que haber pasado. Y quizás incluso hubiera recuperado a mi familia”.

Glenn Thrush contribuyó con reportes a este artículo.

© 2024 The New York Times Company

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