Científicos comparan experiencias cercanas a la muerte y el uso de drogas psicodélicas

Por Rachel Nuwer/The New York Times

Una persona sintió como que “flotaba en el aire” mientras aparecían imágenes a su alrededor. Otro recordó “el sentimiento más profundo de amor y paz”, como nunca experimentado antes. La conciencia se convirtió en una “entidad extraña” para otro cuyo “sentido total de la realidad desapareció”.

Estos fueron algunos de los relatos compartidos en un pequeño sondeo de personas que habían pasado por una experiencia cercana a la muerte y probaron drogas psicodélicas. Los participantes describieron sus experiencias cercanas a la muerte y psicodélicas como distintas, pero también reportaron que había traslapes. En un nuevo estudio, los investigadores utilizaron estos relatos para proporcionar una comparación de los dos fenómenos.

“Por primera vez, tenemos un estudio cuantitativo con testimonios de personas que han tenido ambas experiencias”, dijo Charlotte Martial, neurocientífica en la Universidad de Lieja, en Bélgica, y autora de los hallazgos. “Ahora podemos decir con certeza que los psicodélicos pueden ser una especie de ventana a través de la cual las personas pueden entrar a un estado rico y subjetivo parecido a una experiencia cercana a la muerte”.

Las experiencias cercanas a la muerte son sorprendentemente comunes —se estima que entre el 5 y el 10 por ciento de la población general ha informado haber tenido una. Durante décadas, los científicos desestimaron en gran medida las historias fantásticas de personas que regresaban del borde de la muerte. Pero algunos investigadores han empezado a tomar en serio estos relatos.

Es difícil estudiar las experiencias cercanas a la muerte en un laboratorio, porque normalmente involucran condiciones que ponen en peligro la vida. Una forma es encontrar circunstancias indirectas que induzcan un estado similar, pero que no pongan en riesgo la seguridad de los participantes.

Para el nuevo estudio, Martial, Christopher Timmermann, investigador del Centro para Investigación Psicodélica en el Imperial College London, y Robin Carhart-Harris, psicofarmacólogo en la Universidad de California, en San Francisco, reclutaron a 31 personas, en su mayoría hombres de Estados Unidos y Gran Bretaña cuyas experiencias cercanas a la muerte se debieron principalmente a eventos traumáticos, como accidentes automovilísticos.

Algunos habían probado drogas que alteran la mente sólo unas cuantas veces; otros lo habían hecho más de 100 veces. La mayoría dijo haber recurrido a las drogas psicodélicas en algún momento después de sus roces con la muerte.

Los resultados revelaron un traslape significativo. Los participantes informaron sentir como si hubieran abandonado el mundo terrenal, una percepción del tiempo alterada y una sensación de paz e inefabilidad.

Ambas experiencias tendieron a cambiar la perspectiva de los participantes sobre la vida. Las experiencias cercanas a la muerte tenían más probabilidades de hacer que las personas sintieran menos miedo a morir, mientras que los psicodélicos mejoraban las conexiones con el mundo.

Dinesh Pal, profesor asociado en la Universidad de Michigan, dijo que los hallazgos sugerían que los psicodélicos “pueden ser una herramienta poderosa para estudiar experiencias cercanas a la muerte, particularmente porque no involucran a alguien al borde de la muerte”.

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