Hot dog gigante y lucha libre: un espectáculo surreal en Times Square

La atracción principal fue una salchicha de 20 m, además, el evento incluyó combates de lucha libre estilo WrestleMania y competencias de comer hot dogs

Un hot dog de 20 metros de largo es la pieza central de una instalación de arte, “Hot Dog in the City”, en Times Square. Este día, el evento principal fue un combate de lucha libre.

mar 21 de mayo de 2024 a las 21:53

Por Melena Ryzik / The New York Times

Cuando el sol se puso en Times Square el 3 de mayo, una salchicha de 20 metros de largo se elevó hacia el cielo y arrojó una ráfaga de confeti arcoíris.

Al pie (¿extremo?) de su pan, luchadores vestidos de mujer terminaban su combate en un ring de boxeo elevado, ante los vítores de cientos de espectadores.

Se trataba del primer evento público de “Hot Dog in the City”, una instalación encargada por la organización Times Square Arts. La instalación estará exhibida hasta el 13 de junio.

La salchicha gigante fue creada por Jen Catron y Paul Outlaw, artistas casados de Brooklyn que suelen dedicarse a producciones interactivas basados en comida que también cuestionan la tradición —y el atractivo— de los elementos de la cultura estadounidense. Cuando pusieron la mira en el hot dog, un símbolo nacional de patriotismo y también un emblema de la verdad difícil de digerir sobre la producción en masa y la mano de obra, el consumismo y la mercadotecnia, pareció idealmente natural para el entorno.

El hot dog, dijo Outlaw, “es festivo. Pero sí tiene una historia sórdida y un pasado complicado”. Con eventos que incluyen combates al estilo WrestleMania —otro elemento de la cultura estadounidense, a partes iguales bravuconería y falsedad— y una serie de videos sobre carritos de comida, los artistas esperan capturar esa historia más amplia.

Además del combate de lucha libre, también hubo una competencia de comer hot dogs patrocinada por la marca de salchichas Nathan’s y un concurso de perros.

Desde que se conocieron como estudiantes en la Academia de Arte Cranbrook, en Michigan, Outlaw, de 44 años, y Catron, de 39, han priorizado la diversión. (En este día a principios de mayo, Catron estaba embarazada de 9 meses con el segundo hijo de la pareja).

“Siempre he pensado que Jen y Paul eran una mancuerna perfecta para Times Square, desde su humor irreverente hasta la forma en que juegan con escala”, dijo Jean Cooney, directora de Times Square Arts.

La principal tensión de este día fueron los condimentos. “Esta ha sido una conversación realmente más acalorada de lo que pensé”, dijo Catron. “Los debates regionales, Chicago vs. Nueva York; casi toda ciudad de EU cuenta con un estilo de hot dog”. El fervor en torno a los condimentos casi rivalizaba con la política, dijo Outlaw. “Piña, papas fritas... ¡están orgullosos de ello!”.

“Alguien me dijo que si iba a tener catsup, no se acercarían ni a 50 metros de distancia”, agregó Cooney agregó.

En una batalla titulada “¡¡Guerras de Condimentos!!”, dos grupos, EWA (Extreme Wrestling Alliance, un grupo de lucha libre local) y Choke Hole, célebres artistas drag y queer de Nueva Orleans, hicieron todo lo posible para ajustar cuentas.

$!Jen Catron y Paul Outlaw hacen creaciones interactivas basados en comida. En Times Square.

La palabra surreal difícilmente era suficiente. Había un Elvis, y un payaso sin camisa que se dejaba caer en una piscina para bebés llena de salsa de pepinillos.

“Me explota el cerebro”, dijo un espectador, mientras una estrella del EWA ejecutaba un clavado y los comentaristas discutían los méritos relativos del alioli y las alcaparras.

Cooney daba la bienvenida a los elementos subversivos —o ridículos. Times Square, dijo, “todavía puede ser extraño, maravilloso y mágico”.

Transeúntes se detenían para mirar boquiabiertos, formando una multitud afuera de las barricadas. Marie Jeanne Lo estaba de visita desde París; ¿vería algo como esto allí? “Absolutamente no”, dijo, sonriendo.

El ambiente era de alegría y asombro. Entonces el hot dog ascendió hacia el cielo. Cuando todo terminó, el suelo estaba cubierto de brillo y confetti, y el aire todavía olía a pepinillos.

© 2024 The New York Times Company

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