IA ofrece una nueva ventaja para los meteorólogos

The New York Times/ William J. Broad

A principios de julio, mientras el huracán Beryl azotaba el Caribe, una importante agencia meteorológica europea predijo una gama de ubicaciones dónde podría finalmente tocar tierra, advirtiendo que lo más probable era México. La alerta se basó en observaciones globales realizadas por aviones, boyas y naves espaciales, que supercomputadoras del tamaño de una habitación entonces convirtieron en pronósticos.

Ese mismo día, expertos que ejecutaban software de inteligencia artificial en una computadora más pequeña predijeron que tocaría tierra en Texas. El pronóstico se basó únicamente en lo que la máquina había aprendido previamente sobre la atmósfera del planeta.

Cuatro días después, el 8 de julio, el huracán Beryl azotó Texas, inundando carreteras, cobrando al menos 36 vidas y dejando sin electricidad a millones.

La predicción de Texas ofrece un atisbo al mundo emergente del pronóstico del clima con IA, en el que un número creciente de máquinas inteligentes anticipan patrones climáticos globales con nueva velocidad y precisión. En este caso, el programa experimental fue GraphCast, creado en Londres por DeepMind, empresa de Google. Hace en minutos y segundos lo que antes llevaba horas.

“Este es un paso realmente emocionante”, dijo Matthew Chantry, un especialista en inteligencia artificial en el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio, la agencia que quedó eclipsada en el pronóstico de Beryl. En promedio, añadió, GraphCast y otras máquinas inteligentes pueden superar a su agencia en la predicción de la trayectoria de los huracanes.

La IA ultrarrápida puede destacar en detectar peligros futuros, dijo Christopher S. Bretherton, profesor emérito de ciencias atmosféricas en la Universidad de Washington, en Seattle. En el caso de lluvias, calor y vientos traicioneros, dijo, las advertencias habituales estarán “más actualizadas que ahora”, salvando innumerables vidas.

Los rápidos pronósticos de IA también ayudarán al descubrimiento científico, dijo Amy McGovern, profesora de meteorología y ciencias computacionales en la Universidad de Oklahoma. Dijo que los detectives climáticos ahora usan IA para crear miles de sutiles variaciones de pronóstico que les permiten encontrar factores inesperados que pueden impulsar eventos tan extremos como los tornados.

Los sistemas de IA aprenden sobre las fuerzas atmosféricas escaneando acervos de observaciones del mundo real. Luego identifican los patrones sutiles y usan ese conocimiento para predecir el clima con velocidad y precisión asombrosas.

Rémi Lam, científico principal en GraphCast, dijo que su equipo había entrenado el programa de IA con cuatro décadas de observaciones meteorológicas globales reunidas por el centro de pronóstico europeo.

Lam dijo que él y su equipo no habían evaluado cómo se comparaba la precisión de las predicciones de GraphCast respecto al huracán Beryl con otros pronósticos. Pero DeepMind sí realizó un estudio sobre el huracán Lee, una tormenta en el Atlántico que en septiembre se consideró que posiblemente amenazaría el noreste de Estados Unidos o, más al este, Canadá. Lam dijo que el estudio encontró que GraphCast indicó que tocaría tierra en Nueva Escocia tres días antes de que las supercomputadoras llegaron a la misma conclusión.

Chantry dijo que el Centro Europeo consideraba que la tecnología experimental se volvería una parte común del pronóstico del tiempo global. Un nuevo equipo ahora está creando un sistema de IA para la agencia. Su adopción, dijo Chantry, podría ocurrir pronto. Añadió que la tecnología IA podría coexistir con el sistema de pronóstico tradicional del centro. Los expertos en clima dicen que es probable que los sistemas de IA complementen el enfoque de las supercomputadoras.

“Todos los modelos yerran hasta cierto punto”, dijo María Molina, meteoróloga investigadora en la Universidad de Maryland que estudia programas de IA para la predicción de eventos extremos. Las máquinas de IA, añadió, “podrían determinar correctamente la trayectoria del huracán, pero ¿qué sucede con la lluvia, los vientos máximos y las marejadas ciclónicas?”.

Jamie Rhome, subdirector del Centro Nacional de Huracanes en Miami, llamó a la IA “evolutivo, más que revolucionario” y predijo que los humanos y las supercomputadoras aún desempeñarían papeles importantes.

“Con la IA avanzando tan rápidamente, mucha gente ve al papel humano como reduciéndose”, dijo. “Pero nuestros pronosticadores están haciendo grandes contribuciones. Aún existe un papel humano muy fuerte”.

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