Aunque el nuestro es uno de los cinco países latinoamericanos que jamás ha ganado una medalla olímpica, --junto a Bolivia y los vecinos El Salvador, Guatemala y Nicaragua--, nuestros representantes en Londres 2012 sueñan con ponerle fin a esta ausencia, muy propia de países subdesarrollados.
De hecho, en futbol, donde se supone que tenemos un buen potencial, y tras el empate (2-2) contra Marruecos el pasado jueves, la selección catracha enfrenta hoy a su similar sub-23 de España que aquel mismo día fue derrotada (0-1) por la representación japonesa.
“Contra España demostraremos de qué estamos hechos”, dice el entrenador nacional, el colombiano Fernando Suárez, asegurando, con el tradicional optimismo futbolero que “tenemos equipo para clasificarnos”.
Y es que con un simplista análisis del resultado del jueves en el que obtuvimos un punto y el traspiés de la poderosa selección española, que se convirtió en la única del grupo D que hasta los partidos de hoy está en cero, no es difícil darle vuelo a la ilusión y soñar con que podemos derrotarla –o por lo menos empatarle-- y enfrentar, con la autoestima al tope, el próximo miércoles a los japoneses.
Lo cierto es que hasta ahora Honduras no ha logrado ningún avance en las disciplinas olímpicas, ya que ni siquiera en futbol se ha logrado pasar de la fase inicial, por lo que la clasificación para los cuartos de final sería para nosotros un resonante triunfo.
El problema es que “nuestro país es muy pobre y (el deporte) tiene una asignación presupuestaria muy baja”, dijo a la BBC el pasado 12 de julio el presidente del Comité Olímpico Hondureño (COH), Salvador Jiménez, para justificar el pobre desempeño.
Y es muy posible que haya algo de cierto en esa justificación. Pero más que de recursos, como ya se ha demostrado hasta el cansancio en otros asuntos de la vida nacional, el principal problema es la mala utilización de los mismos, la falta de visión a largo plazo, la inexistencia de planificación y el hecho de que sean los politiqueros y no los especialistas en cada área los que manejan los pocos recursos disponibles.
Con base en trabajo sistemático y en planificación es muy poco lo que podemos esperar de nuestros atletas, tan huérfanos de apoyo real, pero esperemos que un golpe de suerte hoy ante España y el miércoles próximo ante Japón, nos traiga la alegría que tanto necesitamos para sentir menos pesada la carga que han puesto sobre nuestros hombros los pésimos gobernantes de ayer y hoy.