“Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario”: Elbert Green Hubbard.
En este próximo año se espera la presencia de robots colaborativos, trabajando mano a mano con humanos en tareas complejas, transformando sectores claves como la agricultura, manufactura y logística. Muchos copilotos que hoy en día operan impulsados por la IA dejarán de ser una compañía del trabajador y comenzarán a funcionar de manera más autónoma. Es desafiante ver cómo cambió el ritmo y el potencial transformador de las tecnologías innovadoras para tratar de resolver los grandes problemas como ser el alimentar la población mundial en aumento; mejorar el acceso a la atención sanitaria y la calidad de ésta; y reducir significativamente las emisiones de carbono para detener los efectos negativos del cambio climático.
Es una verdad que la pandemia de covid-19 nos dio una lección sobre la vulnerabilidad de la humanidad, puso demanda a la colaboración mundial. “La tecnología es la actividad de usar herramientas para transformar la creación de Dios por razones prácticas” John Dyer. Según Apple, dice que cada individuo en promedio usa su celular 80 veces al día, sacándolo y entrando a cuatro redes al mismo tiempo.
El ser humano ha sido capacitado desde siempre para operar en sinergia y al igual que los humanos con las máquinas hacen un complemento en ayuda de la inteligencia artificial; cada persona que decide hacer una sinergia con el Todopoderoso activa su entendimiento espiritual en dones y asignación para cumplir propósitos en esta corta vida. Es así que el débil puede decir fuerte soy; la profecía de Daniel se ha cumplido y Dios sigue hablando de muchas maneras. “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”: Daniel 12:4 RVR60. Alerta.