Columnistas

La crítica literaria hondureña: los pioneros

A partir de Ramón Rosa (1848-1893) pueden ubicarse los primeros esfuerzos por el análisis e interpretación de obras escritas por hondureños.

Él, particularmente en su biografía de José del Valle se refiere a su estilo neoclásico: “Abunda en ideas, abunda en pensamientos, pero es pobre en imágenes seductoras... En los escritos de Valle hay tanto de reflexivo tanto de meditado y calculado... que impiden ver el aparente y bello desorden de la inspiración... tiene un lenguaje uniformemente cortado... monótono... los escritos de Valle, con violación flagrante de la gramática... pisotea la gramática, pero enaltece el pensamiento... descuida la forma por atender al fondo...”.

Abel García Cálix (1890-1927) comentó tanto aspectos formales y de contenido de escritos en prosa y en verso por Froylán Turcios, Salatiel Rosales, Rafael Heliodoro Valle, Alfonso Guillén Zelaya, Salvador Turcios Ramírez. Consúltese el periódico Pro Patria, en el número correspondiente al 16 de mayo 1914 escribió el ensayo “El Estilo”: “Nada esboza mejor la personalidad de un escritor o de un poeta como el estilo. Sin estilo definido no hay personalidad literaria... Lo que importa es que escribiendo bien se refleje, se estereotipe y se revele en sus obras...”.

“En literatura hay que ser integro, eminentemente sincero y estrictamente honrado (Pro Patria, 6 mayo 1914). Dejó inédito el libro “Cabezas literarias”. También incursionó ocasionalmente en la crítica de arte.Marcos Carías Reyes (1905-1940) en “Hombres de Pensamiento” analizó los escritos de Valle, Rosa, Molina, Rafael Heliodoro Valle, Zúniga y Martínez Galindo.Arturo Alvarado estudio a José Antonio Domínguez, Lucila Gamero de Medina, Antonio José Rivas, con brillantez en su exégesis.

Una segunda generación de críticos literarios encuentra en Helen Umaña su más completa representante, por la vastedad y erudición de sus ensayos. “Tiene el trabajo de crítica literaria más amplio y vasto de Honduras, y podría ser, sin problemas, una de las más grandes de Centroamérica” (Josué R. Álvarez, “A nuestra querida Helen”. EL HERALDO, Julio 2 del 2024, p. 13).

Antonio Bermúdez Milla, pertenece también a este segundo grupo, desplegando en sus críticas una vasta cultura literaria de escritores nacionales y extranjeros.

Y la tercera, integrada por los novísimos, igualmente despliega profesionalismo en su oficio. Oportunos, tanto para críticos como para escritores noveles, son los consejos brindados por Julio Escoto: “La literatura... no es solo un llano juego de sustantivos y adjetivos... tiene que decirnos algo, motivarnos, conquistarnos, estremecernos... la buena literatura jamás es inmoral... su propósito es el de comprender lo insondable de la existencia para reverla y contribuir a edificar un mundo mejor.” (Casa del Aire, artículos y ensayos culturales, p. 192)