La rapidez con que se desenvuelven los acontecimientos económicos y políticos generan más incertidumbre. En las circunstancias actuales todo se diluye y en poco tiempo.
A raíz del aniversario del golpe de Estado en Honduras (28 de junio de 2009), el partido gobernante, Libertad y Refundación (Libre), en recordatorio a ese acontecimiento que tuvo un fuerte impacto, habida cuenta que el hecho se dio cuando ya la etapa de los golpes de Estado parecían superados, luego de haberse instalado un período al que los más optimistas le llamaron Transición Democrática con la instalación de la Asamblea Constituyente y algunas reformas electorales e institucionales a partir de 1980. El golpe fue el derrumbe a la ilusión democrática.
En elecciones libres, después de la administración del Partido Nacional, que de forma ilegal reeligió a Juan Orlando Hernández, gana la presidencia Xiomara Castro en 2021, en alianza con el Partido Salvador de Honduras, alianza que no duraría mucho tiempo por la inconsistencia programática, ideológica y por la falta de voluntad de sus participantes.
El partido gobernante celebró el aniversario del golpe de Estado invitando a su militancia y a muchos simpatizantes de gobiernos y organizaciones afines en el exterior.
Esa fue razón para que los sectores conservadores del país asociaran el acto con el Foro de Sao Paulo, organización a la que sin mucho fundamento se le atribuyen ideas de izquierda. El Foro de Sao Paulo, una vez realizadas las elecciones en Venezuela el 28 de julio, mostró sus propias debilidades orgánicas e ideológicas, sus integrantes más visibles no pudieron mantener la unidad interna alrededor del proceso electoral y construyeron distintas versiones, algunas de las cuales terminaron coincidiendo con la postura de la derecha latinoamericana, estadounidense y europea.
En Bolivia, país gobernado por Luis Arce en representación del Movimiento al Socialismo, un partido político de izquierda fundado en 1997, tiene enfrentado al presidente con el líder histórico de esa organización partidaria, Evo Morales, lo que, según algunos analistas, esa situación le garantizará el triunfo a la derecha.
Pero esto no solo ocurre en la izquierda, también en la derecha se observa el fenómeno de pérdida de credibilidad.
El presidente de los argentinos, Javier Milei, pierde popularidad y según las últimas encuestas, ya no goza de la simpatía con la cual llegó al poder. Hasta ahora el programa de gobierno, de corte neoliberal, es un fracaso. Milei llega al poder con un discurso anticomunista y con referencias a China, Rusia y a otros.
En los últimos días Milei se ha visto obligado a pedir perdón a China, esto para poder reinsertarse en el mercado y al sistema financiero del gigante asiático.
En la última encuesta realizada por ERIC-SJ, un centro de investigación de la Compañía de Jesús encontró que, en el caso de Honduras, el 80.3% no confía en los políticos.
En esa misma encuesta la presidenta Xiomara Castro ha perdido popularidad.Uno de los efectos de las transformaciones de la globalización neoliberal ha sido la pérdida de credibilidad en la política