La esencia de la democracia es el poder del pueblo, para que una persona pueda llegar a ocupar la primera magistratura de un Estado, debe gozar de una legitimidad democrática, es decir el poder conferido por parte del pueblo hacía determinada persona.
El proceso para garantizar que las personas ostenten cargos de elección popular lo determina la Constitución de la República, el derecho internacional y las leyes electorales de las distintas naciones.
Sin embargo, en muchas ocasiones, tal y como está sucediendo en Venezuela se aprecia un proceso electoral irregular, donde en el pasado y actualmente múltiples Estados no reconocen los procesos electorales de Venezuela por considerar que existe una imposición política por parte del gobierno, es decir quienes gobiernan se imponen a la fuerza para continuar gobernando, donde el mismo poder público y punitivo es utilizado para atacar al mismo pueblo (que ellos dicen defender).
Es decir, el poder que tiene el gobierno no ostenta la legitimidad democrática porque el pueblo venezolano no quiere este gobierno, al menos eso reflejan los datos estadísticos de los últimos procesos electorales.
Lo que preocupa de esto es la desnaturalización que existe de la palabra democracia, porque al escuchar el discurso de los gobiernos autoritarios es que aducen que son parte del pueblo, que gobiernan para el pueblo y lo que hacen es porque el pueblo lo pide, este es un tema ampliamente complejo porque en nombre del pueblo se han cometido las peores atrocidades de la historia, y este es un asunto que debe invitarnos a analizar con mente fría ¿qué está sucediendo en nuestra región?
La lucha entre la izquierda y la derecha se está llevando de encuentro al mismo “pueblo” que dicen representar y ¿mientras tanto? Los índices reflejan una realidad donde el “pueblo” mal representado siguen dejando sus países de origen para buscar mejores condiciones para ellos y sus familias.
Un primer paso para avanzar en contra de esto es ser críticos contra todo gobierno ilegal y autoritario que efectúen prácticas incorrectas, no podemos decir que somos del pueblo y demócratas si andamos apoyando ilegalidades en nuestro país o en otros Estados, hay que hacer un escarnio público de cada proceso que atente contra el poder popular.
El único que puede garantizar democracia es el mismo pueblo, y es el pueblo que debe imponerse ante los gobiernos y no los gobiernos en contra del pueblo.
