Pueblo que no interpreta su realidad es crudívoro ya que traga información sin masticar o cruda, cual sushi, kipe libanés (albóndigas de cordero con trigo burgol), carpaccio veneciano (laminitas de buey, limón, oliva y trufas) o ceviche de Perú. Su gastronomía mental se reduce pues ingiere sin digerir cuanto exponen los medios, políticos, curas y pastores.
“Viene un impuesto a las remesas” pregona el costeño dirigente de cámara comercial y la migración tiembla en el exterior. Peor, gorditas presentadoras de tv especulan por media hora antes de entrevistar a alguien que sabe pero ya dejaron sembradas duda e incertidumbres. Tercer mundo, subdesarrollo no exclusivamente físico sino mental.
ERIC --una de las escasas instituciones honestas del nacional ámbito-- produjo cierta encuesta de 2022 donde reportó interesantes hallazgos.
Uno fue el dato de insatisfacción hondureña ante el nuevo gobierno porque no ha resuelto el grave problema de empleo. Y entonces se tiene allí un número directo, incuestionable, que es el porcentaje de opinión de la demografía consultada y de lo que, por la institución que pregunta, no se puede dudar. Pero de inmediato se obliga la interpretación: ¿qué pueblo de la tierra no se queja hoy por escasez o ausencia de empleo, si es problema universal que no pudo solucionar, ni quiso, el neoliberalismo orbital?
Luego viene la contestación sobre el clima de inseguridad y buen porcentaje de aludidos expresa que le preocupa ya que la actual presidenta no ha podido resolverlo en quince meses de gobierno (aunque podría abusar a la gente, como Bukele).
Eso es real, es la vibración del segmento humano al que se alude en trayectoria directa. Pero la interpretación interroga: ¿excepto por habitantes de países nórdicos (Suecia va saliendo del estándar) en dónde hay otra comunidad más feliz con su situación, así como segura? Los españoles alegan ser sitiados por la delincuencia, los italianos asaltados por contrabandistas mafias, los franceses dispuestos a pelear la extorsión, los alemanes incrementan cuerpos de policía, Argentina no resiste más el círculo de pobreza, EUA cifra 30 millones de narcodependientes y 60 millones de adictos a opiodes, dolorosa epidemia...
O sea, compas, que la encuesta del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación si bien fue a hondureños que la aplicó lo que refleja es al mundo, tal la mundialización y la perversa globalización.
Nadie inventa si dice que el nuestro es pueblo deprimido y que debe superar el estado anímico que le matiza lo que ve en modo trágico y deprimente desde hace cien años. Nicaragua sufrió peores circunstancias históricas de tiranía, invasión yanqui, presidente gringo, guerras civiles, y sin embargo canta a la vida. A México le robaron mitad del territorio y sigue desafiante. El tolupán sufre pero batalla para exportar miel de abeja.
Los conflictos son colectivos y materiales pero también depende cómo los contemplas y sufres. Buda sabio advirtió que la enfermedad es inevitable pero el sufrimiento no, a ese lo alimentamos o reducimos nosotros. Con similar pentagrama, en tanto no aprendamos que lo que vivimos es un proceso de remodelación social, o su intento, la torpe oscuridad nos entorna y asombra.