Las proyecciones a julio del 2020 realizadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mostraban que debido al covid-19 el Producto Interno Bruto (PIB) tendría una caída de -8.6% en El Salvador, -8.3% en Nicaragua, -6.1% en Honduras, -5.5% en Costa Rica y 4.1% en Guatemala, con lo cual la región centroamericana experimentaría una contracción económica de -6.5% en promedio al final del presente año. Pero la situación ha cambiado a raíz de las tormentas Eta y Iota que han provocado daños cuantiosos en nuestro país y en varios de nuestros vecinos. El presidente del BCH ha declarado que la caída económica podría andar entre -8.0% y -9.0%, pero es de esperar que la cifra final sea mayor, después de inventariar y evaluar toda la destrucción y las pérdidas sufridas en la infraestructura vial, las viviendas y la producción en general, más todos los gastos que implica la ayuda que gobierno, empresa privada, iglesias y ciudadanía en general, se han visto obligados a proporcionar a miles de damnificados. El 18 de noviembre, en un evento virtual del III Encuentro Regional Sica Emprende, el jefe de la Unidad de Desarrollo Económico de la sede subregional en México de la Cepal, Ramón Padilla, expresaba que para América Central “se espera un crecimiento promedio del 3.4 % para el 2021 y añadió que el retroceso implica un crecimiento de la tasa de desempleo de unos cinco puntos porcentuales en la región”. Agregó que a esto “se sumaría un incremento en cuatro puntos porcentuales de la pobreza, en la que la región había obtenido “logros importantes” en años anteriores”. De acuerdo con Padilla: “El mismo rumbo tomaría el déficit fiscal de los países centroamericanos a consecuencia de una menor recaudación de impuestos y el incremento del gasto corriente”. Según su análisis “el déficit fiscal” para “la región Sica andará en torno a los cuatro puntos porcentuales en promedio”, aunque en algunos casos se “elevará en torno al 7%”. Para Honduras ya existen indicios oficiales que el déficit del gobierno central será del 6% en 2020 y de 5% en 2021. El experto aludido “también advirtió que la deuda se está incrementando en promedios de entre ocho y diez puntos porcentuales, con países como Costa Rica y El Salvador que superan el 70 % con relación a su Producto Interno Bruto”. En Honduras hasta hace poco andábamos cercanos al 55% del PIB, pero después de Eta e Iota seguramente el porcentaje se elevará.
