Opinión

Decisiones y acciones

La interminable mediocridad ha nutrido mis comentarios. No hay memoria sino un olvido cómplice que nos desacredita.

Carlos Flores en su postrimería dijo: “No podemos iniciar un nuevo siglo con los mismos errores del pasado”. Estaba consciente de sus fallos y de otros exgobernantes que debieron corregirse para alivianar el ostracismo en que nos dejaron. El mejor ejemplo de la estupidez política hecha poder, porque mandar no es gobernar, es insistir en “ellos y nosotros”, terrible, nos dividen entre aquellos y estos, los malos y los peores, los corruptos y corruptores, entre sectarios y temerarios. Los ladrones y los rateros.

Olvidan que yo, tú, ellos, nosotros y vosotros somos los que hacemos esta nación y responsables de su desastre actual y todos estamos obligados a contribuir sin insistir en que “ellos” no pudieron y “nosotros” tampoco. Porque nadie hizo lo que debía hacer. Con el concurso ciudadano sin distingos de partidos que de nada han servido más que para perpetuar los errores, estamos comprometidos a dar con nuestras capacidades aportes de solución. Ese ellos y nosotros es lo que nos tiene enfrentados, nadie cede, nadie da, y así jamás de los nunca, vamos a progresar. Los que hasta ahora cuatrienalmente han abusado del poder absoluto, son los que ganan la indulgencia a costa de la penitencia del pueblo que por inconsciencia cívica los eligió. ¿Se les acabó la fiesta? ¿Hasta cuándo señores vamos a dejar de luchar entre nosotros como enemigos acérrimos? Esa es una razón imperdonable de nuestro subdesarrollo con ese lastre de corrupción inocultable que nos delata, porque también es corrupto el ignorante que acepta un cargo sin estar preparado para desempeñarlo. Descalificación que lastimosamente persiste. El Br. Zelaya dijo que iba a “eficientar” el aparato estatal y el Profe Lobo lo “deficientó” más. ¿Cómo con tanto ignorante rejuntado? No se puede, con corruptos e incapaces gobernar un país.

Apliquemos ese “Ellos y nosotros”, para significar la diferencia entre salvadoreños y hondureños, ellos sí son “yuca” nosotros “tusa”. Ellos sí están claros en sus pretensiones sin diplomacia y nos enredan en su cartomancia. Ellos tantean, nosotros destanteamos, nos ponen a prueba y nos sometemos a ella. Saca, “mi hermano”, como le decía Zelaya, dijo “que quede claro para Honduras, El Conejo es salvadoreño”. Y nadie dijo nada. Funes sigue revolviendo la patraña para distracción guanaca y casi cabildeamos si además quiere El Tigre y El Conejo. Lobo como siempre palabreó sin actuar.

Con JOH todo parece diferente con sus decisiones y acciones, y si no veamos el helipuerto en la isla sureña y el despegue de la Ruta del Sol, que incluye el golfo de Fonseca con todas las islas nacionales. Nadie lo había hecho, Amapala ha sido olvidada sin razón ni perdón. Hoy se espera ese deseado crecimiento turístico y de inversión que generará trabajo y disminuirá la dependencia. Debemos aportar todos porque todos somos Honduras, aquí no cabe ese, ellos y nosotros, o nos unimos o nos hundimos.

Cada día serán menos “ellos” los que siempre han usado el poder en contra de “nosotros”.

Confiamos en las contundentes decisiones y acciones presidenciales.