Editorial

Alto a los ataques contra la prensa

La libertad de prensa y de expresión es un derecho humano inalienable. Un derecho que sin duda en Honduras se ha visto vulnerado en los últimos meses en el marco de las protestas sociales que se han registrado en el país.

La situación es grave para el gremio periodístico, que en el cumplimiento de su tarea de informar ve vulnerado su derecho por parte de las autoridades. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos ha registrado en 2019 más de medio centenar de hechos contra la libertad de expresión en el país que van desde amenazas y agresiones.

Uno de las acciones más graves se registró la noche del martes, cuando un camarógrafo de Canal 11 fue atacado por elementos policiales que querían impedir el registro de las acciones que cometían en contra de estudiantes universitarios de la UNAH-VS en San Pedro Sula. Los policías también atacaron sin causa aparente a un grupo de estudiantes que estaban saliendo del campus en un autobús. En videos publicados por la prensa y ciudadanos, se pudo ver cómo los soldados lanzaban bombas lacrimógenas al interior del autobús lleno de estudiantes indefensos. Una acción repudiable. Los periodistas, cansados de tanto atropello de parte de las autoridades y de otros actores sociales, han alzado su voz para demandar el respeto a su derecho a informar y a su vida. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó “el accionar desproporcionado ejercido ayer por las Fuerzas de Seguridad a estudiantes universitarios del Valle de Sula que viajaban en un bus” y reiteró que la labor de los medios de comunicación debe ser respetada de acuerdo con los Estándares Internacionales de DDHH.

El Estado de Honduras está obligado a garantizar la vida de sus ciudadanos y no debe olvidar jamás que el derecho a la libertad de expresión fortalece la democracia y que el derecho a la protesta pacífica debe ser plenamente respetado y es clave en toda sociedad democrática. ¡Basta ya de tanto atropello!