Editorial

Más compromiso, menos indiferencia

Ha sido refrescante ver esta semana a un grupo de vecinos salir a protestar, en orden y con respeto, contra las supuestas pretensiones de las autoridades municipales de cortar los árboles del parque La Leona.

El ente aludido salió al paso para negar tal extremo, reconociendo, sí, que hay un proyecto de mejora de esa área recreativa, cuyo diseño final será compartido con los pobladores a finales de abril, como parte de un plan de rehabilitación de plazas en la capital.

Pero aclarando que “estamos a favor de la naturaleza y queremos incluir en el diseño la vegetación”, como dijo el titular de la Dirección de Ordenamiento Territorial de la Comuna, Roberto Zablah. Y es que una de las principales críticas contra la actual gestión municipal ha sido el alarmante corte de árboles para dar paso a la impresionante construcción de obra gris que sin duda ha venido a darle un nuevo rostro a la capital.

Pero un rostro triste y opaco, hay que decir, sin el ornamento de la naturaleza y con el consecuente impacto ambiental.

Las plantas proveen oxígeno y estabilidad del clima, entre otros beneficios imprescindibles para el ser humano, por eso los cuestionamientos contra las autoridades locales que los habitantes de La Leona han hecho oír con voz firme.

Como sociedad estamos llamados a defender y cuidar nuestros recursos, y a crear conciencia sobre su uso razonable, sin embargo, asumimos con demasiada indiferencia y pasividad las quemas en solares, el corte de árboles, el desperdicio de agua, entre otras acciones que son nocivas para todos.

Que un grupo se empodere de su comunidad, como en el caso que hemos mencionado, es alentador.

Pero no se trata de confrontar con la Alcaldía, sino de trabajar con ella, exponiendo las preocupaciones y buscando consensos para avanzar en un camino que la administración de “Tito” Asfura ha ido construyendo con admirable capacidad de trabajo y eficiente uso de recursos.

Preciso es mencionar la tragedia forestal de El Hatillo, que consumió unas 480 hectáreas y cuyo impacto está aún por verse. Razones sobran para trabajar juntos en la protección de nuestro ambiente.