¿Por qué será que en nuestra Honduras los políticos, después de todo el desastre que han hecho, siguen insistiendo en lo mismo y el pueblo sigue tolerando?
Por ejemplo, esa constante violación o acomodo de las leyes, hasta de la Constitución, según sea la conveniencia de quienes manejan los hilos del poder. La tal oposición no funciona para nada, pues hasta los diputados de los demás partidos se acomodan a lo que dicta el poder oficialista.
Se destituyeron y nombraron nuevos magistrados de la Corte Constitucional y hasta se llevó a la renuncia del fiscal general y del fiscal general adjunto (también para la elección de estos se había violado el “espíritu de la ley, ambos eran dos politiqueros como los anteriores).
Y ahora la ley claramente dice que los fiscales serán nombrados para un período de cinco años, que se vence hasta el próximo año; pero el Congreso actual se está tomando la libertad de violar la ley al elegir a los fiscales que le correspondía nombrar al próximo Congreso Nacional y todo tranquilo, nadie dice nada. Uno entiende que la gente del gobierno actual tiene miedo que el Ministerio Público que no esté integrado por gente que le deba favores puede llevar a cabo investigaciones sobre los desastres cometidos; pero qué pasa con la demás gente que apoya esta ilegalidad, sin tener cola que le pisen, como la rectora de la UNAH, Julieta Castellanos.
Y algunos de los “candidatos” son verdaderas “joyas” que ya han demostrado en su pasado su forma de pensar y de actuar en contra de las leyes y hasta en la defensa de connotados corruptos.
¿Por qué no respetamos las leyes y dejamos de acomodarlas a nuestros intereses?
