Sí que estamos bien los hondureños. Ahora es que todo el relajo de que la Policía no hace nada, que los fiscales y los jueces tampoco; que los militares también son gatillo alegre con gente desarmada, todo es pura mentira, todo es propaganda, todo es parte de una “campaña sucia” de los enemigos del gobierno o del sistema.
O sea que tenemos un gobierno excelente, tenemos una Policía y unas Fuerzas Armadas amantes de la democracia, del pueblo y de las leyes que tienen acorralados a los delincuentes; que no hay policías ni militares vinculados al crimen común y organizado.
Todo es puro invento de la gente y de los medios de comunicación que a diario informan sobre los asesinatos, las ejecuciones extrajudiciales y la acción de sicarios en contra de los campesinos en el Bajo Aguán.
A saber cómo es que hacen esos gobiernos izquierdistas de El Salvador y Nicaragua para bajar los índices de criminalidad y que sus ciudadanos y el mundo se los reconozca, porque en Honduras tenemos el mejor gobierno, la mejor Policía, los militares más decentes, los jueces más honestos y los fiscales más diligentes, pero todo mundo dice que somos el país más violento, con más corrupción y con más pobreza.
¿Cuándo será que los hondureños vamos a reconocer también que vivimos en un verdadero paraíso? Qué desagradecidos que somos.