San Pedro Sula, Honduras
En un complejo de guerra habían convertido los cabecillas de maras, pandillas y organizaciones criminales el centro penal de San Pedro Sula.
Los reclusos, que ahora guardan prisión en el centro penal de Ilama, Santa Bárbara, conocido como el El Pozo I, tenían bajo su control, con más dinero, armas y drogas que cualquier ciudadano que goza de su libertad.
El miércoles la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) mostró un descomunal lote de artefactos prohibidos que tenían bajo su control los privados de libertad en el penal de San Pedro Sula.
La exhibición fue realizada durante una visita del presidente Juan Orlando Hernández a las instalaciones de la 105 Brigada de Infantería, donde conoció el informe sobre el trabajo realizado al interior de la prisión que incluyó hasta excavaciones en los módulos donde estaban recluidos los reos miembros de maras y pandillas.
En la cárcel se logró encontrar una suma de 3,318,737 lempiras que tenían en su posesión los internos producto de las actividades ilícitas, como la venta de drogas, extorsiones y sicariato.
Del interior del centro penal se extrajeron, de paredes, suelo, techo, baldosas y otros lugares, artículos que representaban una amenaza para la población interna de ese centro carcelario y alrededores.
Fueron encontradas 94 armas de fuego (pistolas de diversos calibres), 34 fusiles de asalto, entre ellos, AK-47, M16 y AR15, una subametralladora, 3 granaderos y 34 granadas entre otras.
Asimismo, 161 celulares de diferentes marcas, 12 chalecos antibalas, 60 pasamontañas, 2 kilos de cocaína y 40 libras de marihuana.
El arsenal incautado tiene la capacidad de destruir el centro penal, según expertos de Fusina en el manejo de armas y explosivos.
“Los éxitos en el tema de seguridad son notorios y parte de ese papel lo cumplen las Fuerzas Armadas y las demás fuerzas que integran Fusina”, dijo el mandatario en su visita a la 105 Brigada.
“Este es parte del nuevo sistema penitenciario del país, por lo que con el traslado de privados de libertad de la cárcel de San Pedro Sula a otras cárceles se han evitado crímenes y extorsiones, entre otros delitos”, apuntó.
Afirmó que en la cárcel de San Pedro Sula “operaba un centro logístico en donde se planificaba y ejecutaban órdenes de muertes y ejecución de extorsiones”.
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El gobernante subrayó que “seguimos, trabajando hondureños y particularmente del Valle de Sula en el tema de seguridad”, al tiempo que indicó que “estamos trabajando para cerrar el centro penal de San Pedro Sula y de la cabecera departamental de Santa Bárbara”.
“No vamos a retroceder ni un milímetro en montar un sistema carcelario de primera”, puntualizó.
El titular del Ejecutivo, además, recalcó que todo lo que se está haciendo en los centros penales está sujeto a normas internacionales.
“Es cierto que el Estado de Honduras debe de velar por los derechos humanos de los privados de libertad, pero también es cierto que estamos velando por los derechos de las víctimas”, apuntó.
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Enfatizó que Honduras es el país de la región que más ha avanzado en materia de seguridad, como lo refleja el más reciente informe del Índice Global de Paz, del Instituto de Paz y Economía, que destaca que pasó de la posición 111 a la 106 en el ranking de 163 países evaluados.
Hernández consideró que “habrá reacciones por lo que estamos haciendo en materia de seguridad, pero espero que estemos del lado de la legalidad, de esas ansias de vivir en paz y tranquilidad. No más exaltando lo malo”.
En el evento, además, participaron el ministro por ley de Defensa, Fredy Santiago Díaz Zelaya; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Francisco Isaías Álvarez Urbina, y las autoridades de Fusina de la zona Noroccidental del país.
