Honduras

El drama de los hondureños desaparecidos: No saber donde están es la peor pesadilla

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15.10.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-

-Aló.

Sí, Delcy, ¿me escucha?

-Dígame, ¿pasó algo con Jefri?

Sí.

-¡Hay no, Dios mío!, mi niño. ¿Qué pasó?

Mire, anoche se lo llevaron unos hombres de la mafia.

-¡No!, pero ¿por qué?

No sabemos, se lo llevaron a él, al papá y a otros dos muchachos, solo eso supimos.

-Mi muchachito no, aló, aló...

Apenas 20 segundos duró la comunicación, el menor de edad hondureño Jefri Adonnys Gonzales García (16) había sido secuestrado en la ciudad de Tamaulipas, México, por una banda criminal, mientras trataba de cruzar hacia Estados Unidos.

Desde ese 9 de agosto de 2018 su madre Delcy Johana García no volvió a saber nada de él, pero el dolor en su alma y sus lágrimas sobre las mejillas son el motor que la impulsa para pedir justicia por su hijo y esperar con la fe en Dios poder verlo y abrazarlo otra vez.

A partir de este lunes EL HERALDO revelará en exclusiva algunos de los desgarradores testimonios de hondureños que buscan a sus familiares, quienes un día decidieron dejar el país para buscar una vida mejor con un “sueño americano” que se convirtió en la peor de las pesadillas en su paso por la peligrosa ruta migratoria.

Cifras oficiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras apuntan a que existen 440 hondureños desaparecidos en la ruta migratoria desde 2011 a 2018.

La Pastoral de Movilidad Humana habla de más de 700 hondureños perdidos y 250 que han sido reunificados por los diferentes comités en los últimos años.

Lea además: México advierte a hondureños sobre entrar a su país

Mientras al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) le preocupa el subregistro, ya que por diferentes motivos los hondureños en el país no han podido reportar a sus familiares desaparecidos en la ruta hacia Estados Unidos.

440

hondureños se encuentran
desaparecidos en la ruta
migratoria, informó
Cancillería.

Secuestro en México
Jefri Adonnys Gonzales (16) salió desde Tegucigalpa, Honduras, el 4 de mayo de 2018 con rumbo a Estados Unidos y desapareció.

Su caso se suma al de 17 connacionales más perdidos en la ruta migratoria en lo que va de 2018, el año pasado fueron 47 y en 2016, la cifra alcanzó los 70 casos, según reveló la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Su madre Delcy Johana García se había puesto de acuerdo con su expareja Javier Gonzales Castillo, quien vivía en el estado de Texas, en Estados Unidos, para trasladar al menor hondureño hasta el país norteamericano.

El plan de los padres era que un coyote llevaría al niño hasta Tamaulipas, México, en ese lugar el menor se encontraría con su papá, quien viajaría desde Texas para cruzarlo él mismo por la frontera.

“Todavía un día antes le dije que mejor se quedara, me volteó a ver y me dijo que ya no quería verme moliendo, que me iba ayudar, que iba con su papá, que no le salara el viaje, me abrazó muy fuerte”, relató con lágrimas en sus ojos la madre del niño.

La desconfianza de la mujer era inmensa, al punto que decidió ser ella misma la que viajara hasta Guatemala para entregarle a su hijo al coyote que contrató el papá.

“Le compré un celular para hablar en todo momento, lo abracé, no quería que se fuera, me puse a llorar en Guatemala y me regañó, me dijo que todo iba estar bien, me duele tanto no saber de él. Lo extraño”.

Durante ocho días Jefri y su mamá hablaron en todo momento, sin ningún tipo de restricción o problemas.

“A los ocho días ya estaban en Tamaulipas, me habló el coyote, me dijo: señora, yo ya cumplí, el niño está con el papá, puede hablarle si quiere, ahora es responsabilidad de él”, recordó llorando la mujer.

Pasaron los días, Jefri le dijo por teléfono a su mamá que estaban quedándose donde una tía de él, hermana de su papá, a quien recién había conocido en la ciudad de Tamaulipas. “Yo a ella no la conozco”, dijo.

Las primeras semanas todo estuvo normal, pero luego empezaron los problemas e inició la pesadilla para Jefri.

“Me habló de repente un día, me dijo que se sentía muy mal, que le dolía mucho el estómago, que pasaba encerrado en un cuarto él solo, que pasaba hasta cuatro días sin ver al papá, que me amaba, que orara por él. Mi hijo tenía miedo, yo sentí el temor que tenía, pero no sé por qué”, dijo.

Angustiada la mujer llamó a la tía y le pidió que lo llevara al doctor. “Me dijo que lo haría, pero que ella no sabía lo que estaba pasando porque el niño solo pasaba aparte y ella lo único que hacía era lavarle la ropa y hacerle la comida”.

La madre recordó que Jefri le habló mal en varias ocasiones de su expareja.

“El niño me aseguró que su papá andaba en cosas malas, que creía que se drogaba y que lo aislaba en todo momento de él, que ya no quería estar ahí, que yo le hacía falta, que deseaba verme pronto, lo sentí arrepentido del viaje”.

6,082

Menores de edad han
sido capturados y
deportados este 2018.

Durante varias semanas el pequeño se quejó de la situación, pero aseguró que aún tenía la esperanza de que al siguiente amanecer su padre tomara las maletas y salieran con rumbo a Estados unidos.

El instinto y desesperación de madre la llevó en su momento a decirle al niño que se entregara a la migración de México, para que pudiera volver a Honduras a reencontrarse nuevamente, pero eso nunca pasó.

La ruta resulta peligrosa para los niños y la mayoría son capturados. El Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigoh) informó que 6,082 menores de edad han sido deportados solo este año.

“Un día me llamó triste, me dijo: ‘mami me voy para el río, ahí que me agarren los de la migración, yo quiero verla, ya no quiero estar aquí’”.

Esa fue la última vez que habló con su pequeño Jefri, tres días después fue cuando recibió la llamada de la supuesta tía del niño en Tamaulipas, para decirle que su hijo, el papá y otras dos personas que no saben quiénes eran o que hacían habían sido secuestradas por la mafia mexicana (cree que son los Zetas).

La mujer no le explicó más, solo le aseguró que era muy peligroso meterse con esas personas y nunca más recibió comunicación desde México.

“Yo me iba ir para allá a buscar mi hijo, pero me detuvieron, después fui a Cancillería, Interpol, embajada, a todos lados, pero no hay respuesta, exijo respuesta, quiero saber dónde está mi hijo, pero al gobierno no le importa nada de nosotros”, denunció.

La Pastoral de Movilidad Humana en Honduras detalló que pese a que se logró unificar una ficha de búsqueda entre diferentes comités de hondureños desaparecidos e instituciones del Estado, se carece de financiamiento de parte del gobierno para mejorar los mecanismos de búsqueda por medio de protocolos, pero todo camina a paso lento.

250

familias se han logrado
reunificar mediante los
comités de búsqueda.

Ante las cámaras de EL HERALDO, la madre envió un corto mensaje a su pequeño hijo: “Si él pudiera ver esto, hijo quiero que sepas que te amo, te extraño demasiado, te necesito, nunca me voy a cansar de buscarte, quiero que lo sepas, nunca Jefri, mi hijo está vivo yo lo sé, lo siento, lo he soñado vivo, exijo justicia, ayuda del gobierno, mi hijo, Jefri está vivo, yo lo sé y lo voy a encontrar”.

Actualmente la mujer está recibiendo apoyo del Comité de Familias Migrantes Desaparecidas Amor y Fe (Cofamideaf) y ayuda a su salud mental por medio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Así como ella hay centenares de madres que viven su propio infierno, su propia pesadilla, al no saber el destino de sus parientes.

Foto: El Heraldo

440 hondureños se encuentran desaparecidos en la ruta migratoria, informó Cancillería.