TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Un monto de 200 millones de lempiras de la Tasa de Seguridad se utilizaron a inicios del año 2015 para el pago de las deudas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), una institución que cada día se hunde en la desgracia financiera.
El dinero salió bajo la modalidad de una inversión “en Bonos Fideicomiso Recuperación de Pérdidas ENEE”. Para que la sociedad no se enterara, la transacción fue declarada bajo secreto de Estado, argumentando que si alguna persona no autorizada se daba cuenta de ello podía poner en riesgo la “seguridad y la defensa nacional”.
Los 15 años de secretividad impuesta se amparan en la cuestionada Ley de Secretos Oficiales, bajo la cual se oculta el manejo de los fondos de la Tasa de Seguridad.
Sin embargo, EL HERALDO conoció de fuentes oficiales que en una reunión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) realizada el 26 de diciembre de 2014, Juan Ramón Molina, coordinador del Comité Técnico del Fideicomiso de la Tasa de Seguridad Poblacional, solicitó autorización para invertir los 200 millones de lempiras en bonos de la ENEE.
Comentó que los gastos de funcionamiento del CTF (Comité Técnico del Fideicomiso) se han manejado siempre con los rendimientos de los depósitos en el Banco Central, pero que la tasa era muy baja, por lo que existía la opción de invertir en los títulos valores de la ENEE.
Extrañamente, mientras por un lado Molina solicitó autorización para invertir 200 millones en bonos de la ENEE, por otro pidió autorización para gestionar un préstamo de 250 millones de lempiras en la banca nacional con el fin de cubrir gastos de enero y febrero de 2015.
Petición que también fue autorizada por el CNDS y así la Tasa de Seguridad obtuvo un préstamo bancario de 250 millones de lempiras, a un plazo de cinco años y a una tasa de interés del 15% anual.
El 29 de diciembre de 2014 el CNDS emitió una resolución mediante la cual se autorizó al Comité Técnico del Fideicomiso para la Administración del Fondo de Protección y Seguridad Poblacional invertir en Bonos Fideicomisos Recuperación de Pérdidas ENEE a un plazo de 1,826 días, o sea cinco años, a una tasa de interés de 10.81 por ciento, variable de acuerdo al movimiento interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
La operación se justificó legalmente usando la reforma al artículo 5 de la Ley del Fideicomiso para la Administración del Fondo de Protección y Seguridad Poblacional (decreto 199-2011).
Tal modificación -que se realizó mediante decreto 222-2012 publicado en La Gaceta el 24 de enero de 2013- establece que el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad podrá instruir al Comité Técnico del Fideicomiso “inversiones en exclusiva materia de Seguridad y Defensa, que no estuviesen contenidas en los planes de compras aprobados por el Comité Técnico, pero que se consideren necesarias en función de las políticas generales en materia de Seguridad y Defensa Nacional, de los recursos del Fondo de Protección y Seguridad Poblacional”.
Además, en la misma resolución, se instruyó al Comité Técnico del Fideicomiso de la Tasa de Seguridad mantener en custodia los bonos adquiridos y velar por las obligaciones contraídas por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, detallaron las fuentes.
Asimismo, se ordenó que la operación se clasifique como secreta por 15 años, argumentando que si la documentación llega a caer en manos o conocimiento de personas no autorizadas pondría en riesgo la seguridad y la defensa nacional, y el logro de los objetivos.
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Crisis financiera
La ENEE enfrenta actualmente una aguda crisis financiera. De esta empresa solo están quedando pedazos por aquí y por allá.
Los bonos que la Tasa de Seguridad adquirió a principios de 2015 supuestamente le ayudarían a la estatal a sanear una deuda interna y externa de 3,344 millones de lempiras que tenía a finales de 2014.
Sin embargo, los títulos valores vendidos tanto interna como externamente no parecen haber tenido un mayor impacto, ya que la ENEE lejos de reducir su endeudamiento interno y externo más bien lo incrementó, al grado que al 30 de septiembre reciente alcanzaba los 34,265 millones de lempiras, esto sin incluir la mora con los proveedores de energía que -para la misma fecha- sumaba 11,505 millones de lempiras.
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Confirmación
Aunque la ENEE se conoce más por su ineficiencia y su asfixiante endeudamiento, Molina, además de confirmar a EL HERALDO que se utilizaron 200 millones de la Tasa de Seguridad para comprar bonos de la ENEE, aseguró que esa inversión de ninguna manera es riesgosa porque está avalada por el Estado.
Según el coordinador del fideicomiso de la Tasa de Seguridad, esta “invierte porque los gastos administrativos de la Tasa tienen que ser cubiertos por ciertas inversiones que uno hace, con lo primero que se recaudó a principios a comienzos de la Tasa”.
“Uno busca apoyar el sistema financiero nacional. Eso era a cinco años, eso debe vencerse el próximo año y cite que la tasa (de interés) andaba alrededor del 7 u 8 por ciento. Eso es una emisión de bonos que hizo el Estado y uno compró”.
Aunque la ENEE está en quiebra, Molina afirmó que la inversión para nada está en peligro. “Acuérdese que todo eso el aval es el Estado de Honduras”.
“Sí le puedo confirmar que dicha inversión se hizo, sí le puedo confirmar que se vencen los próximos dos años y sí le puedo confirmar que de ese dinero el aval es el Estado de Honduras, son bonos soberanos”.
“Para nada es una inversión riesgosa, es una inversión avalada por el Banco Central de Honduras, avalada por la Secretaría de Finanzas, en ningún momento se considera una inversión riesgosa, es más, si hubiera sido una inversión riesgosa ya hubieran sonado las alarmas por todos lados”, agregó Molina.
Calculó que la rentabilidad es de aproximadamente 1.5 millones mensuales y que los intereses los reciben trimestralmente, porque esa fue la condición de esa emisión de bonos.
EL HERALDO consultó a empresarios sobre lo correcto o no del uso de recursos de la Tasa de Seguridad para cubrir deudas de la ENEE.
Al respecto, Adolfo Facussé sostuvo que los fondos de la Tasa de Seguridad fueron creados exclusivamente para luchar contra la violencia y la criminalidad y que el utilizarlos para tapar agujeros financieros de entidades estatales en bancarrota es totalmente arbitrario.
Lamentó que bajo la discrecionalidad con que se manejan esos fondos se esté ocultando una serie de actos de mala administración de los recursos del fideicomiso en mención.
“El pueblo hondureño, los aportantes no sabemos cómo se está manejando ese dinero de la Tasa de Seguridad, todos los recursos están a disposición de un Consejo Nacional de Defensa y Seguridad que no rinde cuentas a nadie, y todo lo protege bajo una ley de secretividad”, expresó Facussé.