TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A 17 sumaban el lunes las víctimas por pólvora en las vísperas de la Nochebuena.
El director del Centro Hondureño para Niños Quemados (Ceniq), Omar Mejía, confirmó que el domingo por la noche se registraron dos casos más en Copán, subiendo de 13 a 15 los afectados.
Pero la mañana del lunes se reportaron dos nuevos y dolorosos casos. Un potente mortero le estalló en la mano a un menor de 14 años, causándole graves lesiones.
El niño que es originario de Siguatepeque, Comayagua, ingresó la madrugada del lunes al Bloque Materno Infantil del Hospital Escuela (HE) de Tegucigalpa.
Según el testimonio de sus familiares, el pequeño estaba jugando y al querer reventar un mortero este le estalló en la mano, provocándole graves lesiones.
De inmediato sus padres lo trasladaron al Hospital Regional Santa Teresa de Comayagua, donde le dieron la atención primaria.
Debido a la gravedad de las heridas en una de sus manos, los médicos de aquel centro asistencial decidieron enviarlo al Materno Infantil, para que tuviera una mejor recuperación.
Aquí los especialistas comenzaron el tratamiento y luego lo remitieron al Centro Hondureño para Niños Quemados (Ceniq) donde recibe una atención especializada.
Mientras que alrededor de las 10:00 de la mañana del lunes, la menor Nissy Martínez de siete años de edad, fue atendida por el Cuerpo de Bomberos, el estallarle también un mortero en la colonia El Carrizal de la capital.
Mejía informó que la pequeña había sufrido graves quemaduras en sus manos y el rostro.
Irresponsabilidad
Carlos Flores, cirujano plástico del Hospital Escuela, declaró que “es lamentable que a pesar de toda esta campaña de concientización se sigan mutilando los dedos de nuestros hijos”.
Recordó que el Código de la Niñez, Adolescencia y Familia, establece en el artículo 83 que los padres son los responsables directos del cuidado de sus hijos.
Y en el artículo 96 del mismo estamento jurídico, se prohíbe darle pólvora a un menor de edad, en ese sentido los padres tendrán que responder por los daños que sufran los vástagos.
Recomendó a los padres estar pendientes de sus hijos, vigilarlos dónde están y qué están haciendo. Asimismo las alcaldías, deben quemar pólvora en lugares propicios y que lo hagan manos expertas, para evitar este tipo de lesiones que se registran en niños y adultos.