TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las cifras alarman y la realidad del día a día en las ciudades y municipios del país aún más. Las muertes violentas, que si bien es cierto se han reducido en relación con años anteriores, no dejan de causar asombro en propios y extraños.
Uno de los grupos más golpeados por la violencia son las mujeres; crímenes que sin duda causan pesadumbre en la población hondureña.
Estimaciones preliminares realizadas por el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) indican que cada 16 horas muere una mujer en el país, en circunstancias violentas.
Esto refleja, en promedio, más de una muerte por día.
Desde el 1 de enero hasta el 28 de febrero del presente año, este ente descentralizado del Estado contabilizó al menos 46 decesos de mujeres en situaciones violentas.
La mayor parte de los crímenes fueron cometidos con arma de fuego, le siguen los producidos con armas blancas, entre otras maneras de causa de muerte.
Más de 100 mujeres
Sin embargo, si se contabiliza de acuerdo con los promedios existentes de muerte de mujeres, las cifras podrían alcanzar las 100 féminas abatidas por la violencia en el territorio nacional. Migdonia Ayestas, coordinadora del OV-UNAH, explicó que “las muertes de mujeres en el país es un tema muy delicado, ya que se está dando principalmente por problemas de drogas y asociaciones ilícitas, así como en situaciones de violencia intrafamiliar”.
Los departamentos y ciudades que más incidencia en muerte de mujeres registran son el Distrito Central, en Francisco Morazán, San Pedro Sula y Choloma, en Cortés, y La Ceiba, en el departamento de Atlántida.
En parte se debe a que son las ciudades con más violencia generalizada, pero también porque tienen las mayores concentraciones de población en el territorio nacional.
Gran parte de estas mujeres son menores de 18 años, adolescentes que de una y otra manera se han visto vinculadas en situaciones reñidas con la ley.
“Desde hace algunos años la maras y pandillas iniciaron una escalada de acciones para llevar niñas a sus filas porque a los menores es más difícil que la acción del Estado sea rigurosa”, explicó Ayestas.
Muchas de las muertes de mujeres se producen en el seno del hogar, siendo el jefe o padre de familia el autor material de esos decesos, enmarcado en un final funesto de la violencia intrafamiliar en el país.
En 13 de los 18 departamentos se registró en ese período de tiempo al menos la muerte de una mujer en condiciones de violencia, solo en cinco de ellos no ocurrió este tipo de casos.