COMAYAGUA, HONDURAS.- Las raíces y troncos de madera de árboles cortados, que para muchos son considerados desperdicios, cobran nueva vida en manos de artesanos al convertirlos en muebles finos y a la vez extraños que se venden como pan caliente.
Estas piezas de madera son elaboradas en unos cinco negocios ubicados a la orilla del Corredor Logístico, entre la comunidad de Las Mercedes y Los Palillos, municipio de la Villa de San Antonio, Comayagua.
El negocio más antiguo es Rústicos Los Troncones, de la aldea Atlanta, con más de 16 años de existencia.
Este negocio tiene decenas de muebles como mesas, bancos, sillas a base de raíces y pedazos de madera con grietas, agujeros y con forma irregular.
“Toda la madera es de la zona de Comayagua, trabajamos con madera muerta que tiene rajaduras o agujeros, que está dañada, pero las rescatamos para hacer muebles. La gente pide muebles extraños y únicos ya que en las raíces y trozos de madera para mesas nunca se repite su figura, todos son diferentes”, declaró Cristina Salgado, administradora del negocio.
La mayoría de muebles son vendidos a clientes de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Islas de la Bahía, Olancho, Choluteca y Colón, entre otros lugares.
Muchos de los pedidos son hechos por restaurantes, souvenirs, hoteles y personas particulares que desean decorar sus viviendas con muebles con estilos extraños.
Salgado declaró que la elaboración de muebles rústicos aumenta cada año.
El tipo de madera que se utiliza es guanacaste, almendro de montaña, mango, tamarindo y otras especies que hay en el valle de Comayagua.
Los precios de cada mueble cambian de acuerdo con el tamaño, el tipo de madera y número de sillas que llevará. Sin embargo, oscilan entre los 1,500 hasta los 10,000 lempiras.
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Envíos al extranjero
En la comunidad de Los Palillos, don Alonso Mendoza hace dos años instaló su negocio con la esperanza de mejorar su economía familiar.
Mendoza declaró que ha logrado enviar alrededor de cuatro mesas con sillas a clientes en los Estados Unidos.
“Me han hecho como cuatro pedidos de meses y se han mandado, lo que significa que este trabajo es bien visto por las personas”, declaró.
Los negocios compran estos trozos de madera muerta a dueños de propiedades privadas que tienen el permiso ambiental correspondiente para no tener problemas legales.
Los dueños de negocios entrevistados declararon que con la apertura del aeropuerto de Palmerola se abrirá la oportunidad para enviar mayor cantidad de muebles al extranjero.
Además, creen que el número de negocios que elaboran este tipo de muebles rústicos podría aumentar, ya que muchas personas que circulan por el Corredor Logístico se paran a comprar muebles.
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