En los hechos probados de la sentencia, dada a conocer el martes pasado, consta la manera cómo la ex primera dama utilizó las finanzas públicas para pagar el proyecto inmobiliario desarrollado en la aldea Lugunetas en Zarabanda, Santa Lucía, municipio cercano a la capital de Honduras.
Según el fallo del caso conocido como La caja chica de la dama, Rosa Elena de Lobo retiró de la cuenta 001‐102‐50790, perteneciente a Casa Presidencial-Despacho de la Primera, un total de 12,272,051.42 lempiras, seis días antes de que su esposo, el expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), concluyera su mandato.
Con ese dinero, la esposa del exgobernante abrió la cuenta personal con número 6536603, que destinó para pagar gastos personales, como la colegiatura de sus hijos, servicios médicos, joyas y muebles. Una parte se utilizó para edificar la lujosa residencia, indican las pruebas presentadas.
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Rosa Elena de Lobo, a través de la cuenta 6536603, giró tres cheques a favor de Jesús Alex Vázquez Padilla para la construcción del inmueble.
El propio Vázquez Padilla, en su condición de testigo durante el juicio, reconoció la celebración de un contrato con la ex primera dama para erigir el proyecto.
Asimismo, la Fiscalía presentó un documento de estimación para la construcción de la obra durante el plazo del 16 de agosto al 27 de octubre de 2014. Dicha evidencia fue recolectada el 21 de marzo de 2019 durante unos aseguramientos de bienes a Rosa Elena de Lobo y personas ligadas a ella.
Desde la ejecución de dicha operación, la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (Ufecic) había revelado su tesis sobre la edificación de la cabaña de Rosa Elena de Lobo con fondos sustraídos de las arcas públicas.
“Es un bien donde hay mezcla de dinero de la corrupción”, reveló en ese entonces su titular, Luis Santos.
Los jueces respaldaron esa acusación, a la luz de las evidencias. “Efectivamente, que el proyecto fue ejecutado en su totalidad y que los desembolsos provenientes de la cuenta 6536603 a nombre de la señora Rosa Elena Bonilla Ávila, quien como ya hemos referido los fondos de esa cuenta provenían de la cuenta de Casa Presidencial-Despacho de la Primera Dama, por tanto al cancelar este proyecto, la encausada lo utilizó utilizando fondos públicos”.
La ex primera dama fue hallada culpable de los delitos de apropiación indebida y fraude, aunque fue absuelta por malversación de caudales públicos y lavado de activos.
Los otros acusados en el caso La caja chica de la dama eran su cuñado Mauricio Mora Padilla y su secretario personal Saúl Escobar Puerto. Este último fue condenado por el delito de fraude, mientras que Mora Padilla fue declarado inocente.
La ex primera dama no se limitó a utilizar esa cuenta para financiar la obra, sino que también pagó la escuela de sus hijos, servicios médicos, tarjetas de crédito, joyas y muebles. Para ello se presentaron certificaciones de pago de colegiatura, citas médicas y copia de otras compras.
Rosa Elena de Lobo pasaría entre 58 años a 87 años en la cárcel, de acuerdo a la pena de sus delitos. El próximo 27 de agosto, en la audiencia de individualización de la pena, se conocerán los años de prisión que enfrentará la ex primera dama.
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