CORTÉS, HONDURAS.- Los daños provocados por el devastador
huracán Eta son incalculables en el valle de Sula.
A raíz del fenómeno se contabilizan 57 personas fallecidas, ocho desaparecidos, 1,872,019 personas afectadas, 41,945 personas rescatadas, 14,242 viviendas afectadas y 21 puentes destruidos, entre otros.
La devastación que se observa en las partes bajas de La Lima, Omoa, Puerto Cortés, Chamelecón y en colonias de la ciudad de San Pedro Sula es el reflejo de la furia con la que ingresó el fenómeno natural a la zona norte del país.
A diferencia de otras zonas como la Rivera Hernández, Chamelecón, Celeo Gonzales y Planeta donde los habitantes están afanados limpiando sus viviendas, en La Lima es menor el movimiento. Esto se debe a que muchas personas que huyeron de la tormenta están en albergues sampedranos y no tienen facilidad de trasladarse, además, que las calles están anegadas de agua y lodo y los vehículos corren el riesgo de quedarse estancados.
En la zona comercial, visiblemente las pérdidas son cuantiosas debido a que en la mayoría de negocios se perdieron las mercancías.
“Es tremendo esto. Nosotros pedimos que nos ayuden, porque volvernos a levantar no será nada fácil”, dijo Pedro Medrano, dueño de un negocio de carnes y lácteos.
Los pobladores temen enfermarse de dengue porque las aguas estancadas han causado brotes de zancudos.
“Nos tenemos que cuidar del coronavirus pero también del dengue porque los zancudos se han revuelto con las lagunas de agua”, detalló Ericka Pavón, pobladora de la zona.
Mientras que en San Manuel, algunos pobladores de la Planeta y Celeo Gonzales ya trabajan en la limpieza de sus viviendas, pero el lodo dificulta las tareas que realizan.
Camas, muebles, televisores, DVD, equipos de sonido, licuadoras, microondas, refrigeradoras y bicicletas son algunos de los enseres que se encuentran en aceras y calles.
Muchos afectados han retornado a sus casas a sacar el lodo y comenzar a lavar algunos de sus enseres domésticos buscando rescatar algunos de ellos. Pese a que ya cuentan con los servicios de agua potable y energía eléctrica, es mucho el trabajo que les queda por hacer, sobre todo porque las calles tienen un nivel alto de lodo que llega hasta los tobillos. El panorama es crítico, en la parte baja de la colonia Celeo Gonzales hay casas que perdieron paredes, muros y hasta láminas.
“Es difícil. Duele volver y ver cómo ha quedado, todo el esfuerzo de años tirado en el lodo. Tanto que cuesta en este país hacerse de sus cositas”, lamentó Laura Panting.
A raíz del fenómeno se contabilizan 57 personas fallecidas, ocho desaparecidos, 1,872,019 personas afectadas, 41,945 personas rescatadas, 14,242 viviendas afectadas y 21 puentes destruidos, entre otros.
La devastación que se observa en las partes bajas de La Lima, Omoa, Puerto Cortés, Chamelecón y en colonias de la ciudad de San Pedro Sula es el reflejo de la furia con la que ingresó el fenómeno natural a la zona norte del país.
VEA: Afectados por inundaciones provocadas por Eta urgen mayor asistencia
En La Lima las calles aún están cubiertas de agua y lodo, pero las retroexcavadoras ya comenzaron a hacer trabajos de remoción en la zona comercial.
Los daños que dejó Eta en el municipio de La Lima son de gran impacto. El movimiento vehicular es muy poco debido a que aún hay varias calles inundadas que dificultan el paso.
A diferencia de otras zonas como la Rivera Hernández, Chamelecón, Celeo Gonzales y Planeta donde los habitantes están afanados limpiando sus viviendas, en La Lima es menor el movimiento. Esto se debe a que muchas personas que huyeron de la tormenta están en albergues sampedranos y no tienen facilidad de trasladarse, además, que las calles están anegadas de agua y lodo y los vehículos corren el riesgo de quedarse estancados.
En la zona comercial, visiblemente las pérdidas son cuantiosas debido a que en la mayoría de negocios se perdieron las mercancías.
234,623familias afectadas contabilizan las autoridades de Copecoa causa del huracán Eta a nivel nacional. |
“Es tremendo esto. Nosotros pedimos que nos ayuden, porque volvernos a levantar no será nada fácil”, dijo Pedro Medrano, dueño de un negocio de carnes y lácteos.
Los pobladores temen enfermarse de dengue porque las aguas estancadas han causado brotes de zancudos.
“Nos tenemos que cuidar del coronavirus pero también del dengue porque los zancudos se han revuelto con las lagunas de agua”, detalló Ericka Pavón, pobladora de la zona.
Mientras que en San Manuel, algunos pobladores de la Planeta y Celeo Gonzales ya trabajan en la limpieza de sus viviendas, pero el lodo dificulta las tareas que realizan.
Camas, muebles, televisores, DVD, equipos de sonido, licuadoras, microondas, refrigeradoras y bicicletas son algunos de los enseres que se encuentran en aceras y calles.
Muchos afectados han retornado a sus casas a sacar el lodo y comenzar a lavar algunos de sus enseres domésticos buscando rescatar algunos de ellos. Pese a que ya cuentan con los servicios de agua potable y energía eléctrica, es mucho el trabajo que les queda por hacer, sobre todo porque las calles tienen un nivel alto de lodo que llega hasta los tobillos. El panorama es crítico, en la parte baja de la colonia Celeo Gonzales hay casas que perdieron paredes, muros y hasta láminas.
“Es difícil. Duele volver y ver cómo ha quedado, todo el esfuerzo de años tirado en el lodo. Tanto que cuesta en este país hacerse de sus cositas”, lamentó Laura Panting.
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