TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Los cuerpos de socorro han trabajado más de 20 días de manera interrumpida y, sin importar el cansancio, han puesto por delante el anhelo de salvar una vida.
Muchos miembros del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Cruz Verde, Copeco y hasta policías y militares, han demostrado que, además de cumplir con su obligación, son personas valientes, entregadas y de un buen corazón, a través de sus heroicos rescates durante el azote de Eta y Iota.
VEA: Más de 30,000 afectados deja Iota en Gracias a Dios
Con la llegada del primer huracán, Eta, la labor fue mayor, debido a la gran cantidad de rescates, ante la poca evacuación de prevención que se registró.
Con Iota fue menor el trabajo de rescates, pero mayoría en las labores de prevención, al evacuar a las personas que están en zonas de riesgo.
A dos semanas del paso devastador, los cientos de socorristas siguen apoyando a trasladar víveres y atendiendo los llamados de ayuda de las personas que aún viven la pesadilla de los desastres, pero ya con horario.
Al disminuir el nivel de riesgo, no todos están las 24 horas presentes, ya han retomado sus días de trabajo normales y gozan de sus días de descanso.
ADEMÁS: Iota se fue pero el sufrimiento no acaba: Así luce Honduras sumergida en la destrucción (FOTOS)
Rescate sin horario
En la aldea Monterrey, en los bajos de Choloma, Cortés, un grupo de bomberos había terminado su misión, tras rescatar a 11 personas, iban de regreso a la estación, cuando de repente el bombero Edwin Murillo, de 22 años, vio a un perro negro flotando en el río. Con mucha valentía, no lo pensó dos veces y se lanzó a su rescate. “Se estaba ahogando, algo me decía: salvalo, y con mucha dificultad llegué a él”, cuenta con orgullo. A mucha honra, Edwin dice que ya cumplió su sueño de ser bombero. “Seguiré comprometido, rescatando personas y ayudando”.
DE INTERÉS: Construcción de represas en el Valle de Sula son cruciales para salvar vidas y bienes
