TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una serie de conversaciones halladas por agentes de la DEA en el teléfono personal del narco hondureño Geovanny Fuentes Ramírez salpican a un alto oficial del Ejército y a un excomisionado de la Policía Nacional.
En los chats Fuentes Ramírez identifica solamente con el apodo de “El Comanche” a un coronel de la Fuerzas Armadas y “El Comisionado” a un exoficial de la Policía. No obstante, la investigación de la DEA y la Fiscalía de Nueva York identificó al excomisionado como Ramón Adalberto Martínez Hernández, un exjerarca policial que hace dos años salió voluntariamente de la institución.
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Para los fiscales de Estados Unidos, las conversaciones son de interés por que en ellas se discuten temas relacionados al juicio de un cómplice de Juan Antonio Hernández y asesinatos violentos de narcotraficantes.
Aunque también muestran que Fuentes Ramírez recibió apoyo y asistencia de funcionarios del gobierno para proteger sus cargamentos de droga. Pero la defensa de Fuentes Ramírez asegura que la prueba debe ser rechazada por la Corte, algo que no pasó.
El Comanche
Los chats evidencian una estrecha relación de amistad y confianza entre el capo y el coronel del Ejército, que se encuentra activo en la Fuerzas Armadas de Honduras.
El 14 de diciembre de 2019, “El Comanche” le envió a Ramírez una fotografía de un oficial militar recibiendo una medalla de honor de otro militar.
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“Comanche, ¿quién le está poniendo la medalla?”, consultó Fuentes Ramírez. A lo que “El Comanche” respondió: “mi general Velásquez, comandante de Fusina”.
También fue hallado un chat en el que “Comanche” le compartió a Fuentes una entrevista televisiva hecha al expresidente Porfirio Lobo, en la que denuncia que el gobierno buscaba asesinarlo. “Esta mierda es fea, y se va a poner más fea. Por eso digo vamos a beber mañana... Me han querido joder como cuarenta veces, no me quejo con nadie, Comanche”. “El único con el que me he quejado fue con usted, Comanche”, respondió el capo.
En seguida “Comanche” aseveró: “Hahaa, ¿y se brindó apoyo?”. Y Fuentes Ramírez contestó: “Cien por ciento, Comanche”.
Ambos personajes también intercambiaron comunicaciones sobre asesinatos relacionados con otros conspiradores y Juan Antonio “Tony” Hernández, y el cartel de los Valle Valle.
Entre el 26 y 29 de octubre de 2019, “El Comanche” le envió a Fuentes Ramírez una serie de artículos de prensa relacionados al crimen de Nery Orlando López Sanabria o Magdaleno Meza, acribillado en el interior de la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara.
Además, le remitió información sobre el crimen del abogado Luis Pinto, defensor de López Sanabria y los Valle Valle en La Entrada, Copán.
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Al respecto, Fuentes subrayó que “bueno, ellos sabían a lo que se enfrentaban. Las cosas están tan mal aquí, esos abogados van a ser sometidos, hombre”.
Y “El Comanche” respondió: “el dinero se va, es bueno, el dinero es lindo, ¿crees que un abogado no sabe qué será? Es fácil como un pastel, defender a un narco así, el dinero está bien, pero bueno, ahí tienes las consecuencias, los enemigos”.
“Eso es, Comanche, tenemos que orar a Dios por protección, tenemos que orar por protección, porque estamos viviendo tiempos difíciles, la verdad”, escribió Fuentes. Ellos se refirieron al crimen de uno de los hijos del narcotraficante Arnulfo Valle en noviembre de 2019.
“El hijo de Arnulfo fue clavado. La competencia o la Policía. Es el fin de esta gente, Comanche”, comentó Fuentes.
A lo que “El Comanche” respondió, entre otras cosas, que “esos tipos se han aprovechado de muchas personas a las que han jodido con el dinero de los productos que les dan y no pagan”.
Mientras que el acusado aseveró que “ahora que ya no tienen poder, cualquiera puede follar hacia arriba”. “El Comanche” contestó: “no es cualquiera, se van a joder, ya verás”.
El Comisionado
De manera similar, Fuentes Ramírez sostuvo una serie de charlas con el comisionado Martínez, que de acuerdo con la Fiscalía de EE UU se trata de Ramón Adalberto Martínez Hernández, un exagregado policial de Honduras en Washington.
Entre sus comunicaciones, Fuentes y el excomisionado Martínez reflejaron su preocupación por la vigilancia electrónica de sus teléfonos móviles e insumos para interrumpir cualquier vigilancia.
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En una oportunidad, el capo hondureño le consultó a Martínez, “coronel, ¿cómo estamos haciendo? ¿Todavía tienes ese código para borrar?”.
El exfuncionario policial respondió afirmativamente y el acusado le dijo, “envíalo, ¿entonces puedo revisar mi teléfono?”.
En seguida, Martínez envió al acusado una serie de instrucciones, que incluían qué hacer “si está intervenido”.
Poco tiempo después, el imputado envió al comisionado Martínez una nota de voz que advierte que “te dije la última vez que mi amigo de allí me dijo eso, que ellos nos estaban espiando, que nos tenían, eh, allí, que nos estaban escuchando, que no debería estar hablando tantas tonterías”.
El excomisionado Martínez contestó, “si es que también me llaman varios fiscales más don Ramírez (Ricardo Ramírez del Cid) me tienen crucificado”.
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En seguida, el capo hondureño señala “es que Ramírez se metió a rollos. Dice que entregó información, hay que ver si la sacan”.
Pero Martínez respondió con una nota de voz; “él no tiene nada. Es un equipo élite de la Policía al que le asignaron para que no lo capturen, que lo maten, porque los grenchos ya, los grenchos lo quieren ya, y como que él ya sabe que Juan Orlando le hizo la cama, pues a la vez lo está mandando a matar”.